Tudela

Experiencias cumbre

El concepto de felicidad es algo tan etéreo que a muchos se nos escapa. Por eso, si pudiéramos dividirla en trocitos cuantificables, estos podrían ser lo que Maslow llamó “experiencias cumbre”. Pongamos como ejemplo el de una mujer preparando café por la mañana. Suena una música encantadora en la radio. Ve a su marido y a sus hijas riendo mientras desayunan.

Entran rayos de luz matinales a través de la ventana. Hay una temperatura ideal y olor a café recién hecho. De repente tiene una experiencia cumbre, un momento sublime de bienestar en el que se siente en perfecta armonía consigo misma y con el mundo. No cambiaría nada. Siente una sensación cálida, reconfortante, intensa y vibrante… algo que le hace profundamente feliz.

La felicidad es un estado basado en momentos. Si todos los momentos son pasajeros, entonces la felicidad es efímera. Por eso mismo, sería estupendo si saliésemos de nuestras mentes más a menudo y reconectáramos con nuestros sentidos para darnos cuenta de lo que sucede aquí y ahora. La vida en el día a día está llena de cosas, personas y situaciones de una increíble belleza.

Enfocándonos en ellas y no en las cosas que nos deprimen y que no podemos cambiar, viviremos una vida llena de

experiencias que nos elevan a la cumbre del bienestar.

Mari Carmen Cristóbal

Psicóloga