Un año más, con la llegada de la Navidad, la plaza de los Fueros volverá a convertirse en el epicentro de las celebraciones con las que la ciudad conmemora estas fechas. Y es que su situación estratégica la convierten en el mejor escenario para ver desfilar al Olentzero, saludar en persona a sus Majestades los Reyes Magos de Oriente cada 5 de enero, visitar el belén que la Asociación de Belenistas con tanto empeño y cuidado instala en los bajos del quiosco o escuchar villancicos interpretados tanto por los escolares tudelanos, como por los componentes de Brisas Tudelanas, entre otras muchas actividades.
Sin embargo, este año, el que es considerado el punto neurálgico de la ciudad por excelencia no estará “completo”. Desde hace dos meses, varios andamios cubren la fachada del que es su edificio principal: la Casa del Reloj. Un edificio construido en 1691 para que los antiguos regidores de la ciudad presenciaran las corridas de toros que por aquel entonces se celebraban en la actual plaza de los Fueros.
Parte activa en el devenir de la ciudad, en las fiestas navideñas se convertía en testigo mudo de las celebraciones que se desarrollan en la plaza. Si bien no desempeña ningún papel destacado, se encargaba de felicitar la Navidad a todos los que se acercaban hasta este lugar así como de albergar uno de los belenes “oficiales” de la ciudad. Un nacimiento compuesto por figuras de grandes dimensiones de la Virgen, San José y el Niño que, desde el balcón central del primer piso, se encargó de presidir la plaza durante muchos. Este diorama dejó de exhibirse el año pasado “al tener ya en la plaza el belén que coloca la asociación de belenistas”, según explicó la edil responsable de Promoción e Innovación, Maribel Echave.
Reforma
Por ello, la de este año será una pérdida más nostálgica que real ya que, como explica Fernando Inaga, concejal de Festejos en el Ayuntamiento tudelano, “afecta más a la estética de la plaza que al desarrollo de los actos que se celebran en ella”. “Los desfiles y las actuaciones que se realizan en la plaza se harán sin ningún problema y eso es lo importante, que esas obras no van a afectar al desarrollo normal de las fiestas ya que en esta época no hay ningún acto que se realice en propio edificio”, comenta el edil.
En cuanto a los motivos que engalanaban la fachada, este año no lucirán en la plaza, pero sí que lo harán en otro lugar. Según explicó Maribel Echave, estos han sido colocados en la fachada de Castel Ruiz, edificio que hasta ahora no contaba con ningún tipo de decoración.
