Los primeros datos que se tienen del escudo de Tudela hablan de una serie de iconos y símbolos que con el tiempo se han ido perdiendo o modificando. Un puente de cuatro arcos, unos peces bajo el agua, tres torres cada una con una caseta de impuestos, dos cigüeñas sobre las atalaya laterales, y una bandera en la central, son algunos de los elementos más destacados por los escritos de un clérigo en el año 1.250.
Según explica el archivero municipal, Julio Segura, “los peces simbolizan el destino hacia la mesa real y las cigüeñas rememoran a los vigilantes de las torres”. Y es que en aquel entonces las fortificaciones tenían una papel imprescindible en las ciudades para evitar invasiones.
Más tarde, a finales del siglo XIII y principios del XIV, desaparecen las cigüeñas y la bandera. Posteriormente en la fábrica de armas aparece una nueva versión en la que se reducen los arcos del puente, y desaparecen los peces. Sin embargo, no se puede poner fecha de la versión original hasta 1.977 en el que aparece “un puente con tres arcos, agua con ondas que simulan las corrientes y una sola torre”, explica Segura.
Bandera de cruzadas
Además, también se añadió en el siglo XIX la bordura de cadenas que está relacionada con un fragmento de las Cadenas de Navarra que el Rey Sancho El Fuerte donó a la ciudad de Tudela. “Esta última modificación causo polémica en su día ya que el escudo se asemeja al de Logroño”, comenta el archivero. Recientemente se le añadió una corona ducal de cinco puntas para marcar así más la diferencia.
