Tudela

Enseñar al Educador

Si bien es verdad que parece mentira que el Estado no haya elevado aún al Educador a la categoría de Autoridad Pública, como se habló en su día,

y dado cómo están las aulas gracias a una Ley tan paupérrima como la LOGSE, no se comprenden ahora, desde la calle, las protestas que están comenzando a realizar los maestros con el inicio de curso.

Ni que decir tiene que a nadie le agrada que le modifiquen las condiciones de trabajo, pero habrá que recordar a los profesores -ya sean funcionarios fijos o contratados laborales- que el común de los mortales, es decir, los trabajadores cualesquiera que poblamos las empresas que son quienes les pagan, las estamos pasando de a metro, y que a ellos también les toca arrear y reducir sus "márgenes".

Nadie puede discutir los Derechos ajenos, pero habrá que recordarle a los tutores de nuestros niños y jóvenes que, hasta ahora, los más de 3 años que arrastramos de gran hecatombe y crisis económica, a ellos, como trabajadores públicos, sólo les ha afectado, por el momento, en una merma de un -en torno al- 5% de reducción del sueldo, y que eso, con la que tenemos encima, pues no es suficiente.

Durante los triunfos romanos se susurraba continuamente a sus generales que recordaran que eran -solamente- hombres, para evitar que se endiosaran o enorgullecieran en demasía, y eso es lo que ahora, por desgracia, nos toca hacerle ver a esta importante figura que es el Maestro. M.