Alfaro fue durante este pasado domingo la sede del encuentro anual que celebran los socios de la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE), organizado por las delegaciones riojana y navarra, y que congregó a unos trescientos invidentes y deficientes visuales alrededor de los diversos actos programados en el marco de una entrañable jornada de convivencia, de reencuentro con amigos y de compartir experiencias e ilusiones.
Para calentar el ambiente a la jornada dominical, un concierto de jazz en la noche del sábado en el salón de actos del Palacio Abacial arrancaba este encuentro anual. Pero era en la mañana del domingo cuando tenía lugar el recibimiento oficial. En la Plaza de España, frente a la Colegiata de San Miguel, los alfareños daban la bienvenida a los participantes en esta cita. El alcalde alfareño Tomás Martínez, acompañado por miembros de su equipo de gobierno, dio la bienvenida a las delegaciones llegadas de distintos puntos de La Rioja y de Navarra, encabezadas por sus presidentes, Miguel Ángel Aguado y Valentín Fortún.
Tras el saludo del alcalde, con el expreso deseo de que disfrutaran de este encuentro y de la localidad alfareña, los asistentes disfrutaron de un almuerzo en la plaza bajo el sol radiante que acomodó la jornada. Tras asistir a una misa en la iglesia del Burgo, los representantes alfareños mostraron a los participantes en este encuentro los lugares más característicos y emblemáticos de la localidad en un recorrido turístico, en el que brilló la visita a la colonia de cigüeñas de San Miguel.
Una comida de hermandad colaboró en fortalecer más los cálidos ánimos de los asistentes, pues el objetivo de la jornada era la convivencia. Tras la comida, baile y fiesta. Por último, el concierto en la plaza de España del grupo de música tradicional ‘Cantoblanco’ puso el colofón final a este encuentro anual.
