Cintruénigo

En manos de los más peques

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El día del niño en Cintruénigo es de los más especiales de la Ribera. La culpable de esto es, sin duda alguna, la Asociación de Padres y Madres del colegio público Otero Navascués, encargada de preparar y organizar a la corporación infantil. Este Ayuntamiento “chiqui” se comenzó a hacer hace “muchísimos años, igual más de veinte”, destaca la presidente de la APYMA, Lourdes Salvatierra Rubio.

Corporación

Esta asociación tiene el cometido de realizar un sorteo entre la quinta de niños que realizan la comunión (aunque no hayan conmulgado) este año, en este caso los nacidos en el 98, para seleccionar a aquellos que protagonizarán uno de los días de las fiestas en honor a la Virgen de la Paz, el Día del Niño. “El requisito principal para participar en este sorteo es que tienen que ser socios de la APYMA. Antes eso no se tenía en cuenta, pero ahora llevamos un par de años, con este tres, en que se prima que sean socios”, explicaba Salvatierra. “Se prioriza los que son socios y después se sigue el sorteo con el resto, por ejemplo este año han salido bastantes que no son”, añade.


Una vez conocidos los nombres de los que conformarán la corporación, se realiza un nuevo sorteo para adjudicar el papel de alcalde, de los doce concejales y de los cuatro municipales.

Actos

Ramiro Fernández Navascués será el encargado de realizar las labores de primer edil, pero no estará sólo en este cometido ya que le acompañarán los concejales Blanca Fernández Fernández, Nolasco Chivite Ayensa, Rodrigo Durán Marín, Inés Garbayo Roncal, Mª Paz Sánchez García, Roiman Smith Ruiz Domínguez, Manuel Rández Ayensa, Alaiz Chivite Cornago, Mario Aliaga Igea, Martina Jiménez Pérez, Mireia Sangüesa Jiménez y Carlos Ridruejo Lacarra. Éstos estarán escoltados por los municipales, figuras que encarnarán los niños Jesús Sánchez Cornago, Sergio Sanz Navascués, Miguel Chivite Cabezuelo e Iván Mediavilla Jiménez.

Problemas

Los diecisiete elegidos comenzarán ese día tan especial con la imposición de medallas y el bastón de mando. Después, “el chiquillo que ejerce de alcalde suele pronunciar un discurso, echa el cohete y todos, acompañados por la banda de música y los gigantes, van a hacerle la ofrenda a la Virgen”, indica Salvatierra. Más tarde, e imitando a la procesión de los mayores, realizan un pasacalles. La jornada concluye con una comida, ofertada por el consistorio cirbonero, que se celebra en Los Paseos. “Estoy muy contento y alegre por haber sido elegido alcalde”, comentaba Ramiro Fernández, quien no está encantado por prender la mecha del cohete, algo en lo que casi es un experto. “Me gustan mucho los petardos”, indicaba. Sobre las palabras que debe pronunciar, todavía no lo tiene pensado. “Aún no sé lo que voy a decir”, reconocía.