La producción vinícola es, sin lugar a dudas, uno de los motores de la actividad agrícola en Navarra. Tiene una repercusión que va más allá
de la balanza comercial de la Comunidad Foral y que afecta al mantenimiento del paisaje y el medio ambiente, además de formar parte de nuestra cultura.
La cada vez mayor preocupación de los agricultores y bodegueros navarros por la calidad de los caldos hace que esta actividad haya ganado adeptos y seguidores y ha hecho que, gracias a su experiencia e innovación, gocen hoy de numerosos reconocimientos y se hayan convertido incluso en referentes nacionales e internacionales.
La Ribera de Navarra constituye un claro ejemplo del trabajo que se ha venido manteniendo a lo largo de estos años, generación tras generación. Este continuado trabajo es el responsable de que el 40% del total de vino con Denominación de Origen Navarra se concentre en esta zona, para la cual el vino forma parte de su propia historia.
Esta actividad agrícola ha ido ganando peso en toda la Comunidad Foral y hoy en día está reconocida como una pieza clave de la actividad exportadora navarra, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.
Dentro de este proceso de expansión, China (con un potencial más que evidente), juega un papel importante al haberse convertido en un cliente de peso para los viticultores y bodegueros navarros. Prueba de ello son los avances que se han registrado en los últimos cinco años, en los que se ha pasado de unas exportaciones de 200.000 litros en 2008 a 1,3 millones de litros durante el año pasado. A esto se suman los últimos datos que refrendan esa tendencia alcista, con unas exportaciones de 207.000 litros en el primer trimestre del año, el doble que en el mismo periodo de 2012.
Sin embargo, la reciente amenaza del país asiático de restringir las importaciones de vino de la Unión Europea como respuesta al arancel temporal del 11,8% que las autoridades comunitarias han impuesto a sus importaciones de paneles solares, está generando una preocupación que vamos a vigilar muy de cerca desde el Parlamento Europeo.
Sin lugar a dudas, es necesario que se mantenga un mercado como el chino en fuerte expansión, por lo que seguiremos insistiendo en que la Comisión Europea tome cartas en el asunto e impida que China adopte medidas restrictivas de este tipo.
