El pasado domingo durante la misa vespertina tuvo lugar la despedida de José Azagra Trincado, de 91 años, que durante más de 30 ha desempeñado de forma desinteresada su labor como sacristán de la parroquia y también ha estado pendiente del cuidado de la basílica de la Purísima. Recientemente había comunicado al párroco de la localidad su intención de dejar esta labor debido a su edad, y el responsable de la parroquia quiso hacerle una emotiva despedida.
A este acto se sumó el arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Francisco Pérez, que presidió la misa y estuvo acompañado en la celebración por varios sacerdotes: el párroco actual José Ignacio Larragueta, el vicario general para la Ribera y el Deán de la Catedral de Tudela, Bibiano Esparza, que estuvo de párroco en Cintruénigo, así como Félix García de Eulate, director de La Verdad.
José Azagra fue situado por el propio arzobispo en el primer banco del recinto religioso y estuvo acompañado de sus hijos José Antonio, Julia y Elena así como de sus familiares más directos. El arzobispo durante su homilía le dio las gracias por la labor llevada a cabo durante estos años de forma sencilla y humilde.
A continuación, en la sacristía, se servía un pequeño aperitivo y los numerosos feligreses que asistieron al acto de despedida felicitaron a José Azagra, una persona que durante su vida laboral trabajó como cartero en Cintruénigo.
