Tudela

Ellos marcan el ritmo

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Músicos callejeros

Resulta impensable imaginar unas fiestas, sean del tipo que sean, sin una melodía o una canción que las acompañe y que amenice los momentos de alegría que comparten quienes participan en esa celebración.

Pero todavía es más complicado pensar en unas fiestas patronales, como las de Santa Ana, y no imaginar los instrumentos de las charangas animando las calles, los gaiteros poniendo la nota de folclore en los actos principales del programa, las orquestas que imprimen su toque personal en las noches de verbena en la plaza y otros muchos grupos que, cada año, se encargan de poner la banda sonora de los siete días festivos.

El sonido d ela noche

Sin duda, de entre todos los grupos musicales que animan las fiestas de Tudela los más populares y emblemáticos para los ciudadanos son las charangas. Y es que, su sOla presencia en una ciudad ya es sinónimo de fiesta. Ellos son los responsables de llevar la música a las calles, a casi cualquier rincón, y a cualquier hora del día. También son ellos quienes imprimen el sello personal que tienen las fiestas patronales de esta tierra, con las canciones y melodías características de estos días y de sobra conocidas por todos los tudelanos.

Desde el primer acto del programa, el chupinazo, los integrantes de las charangas, acompañando en cada caso a la peña que les ha contratado, inician una carrera de fondo, con pasacalles, subidas y bajadas de los toros y otros muchos actos, que no terminará hasta el último día marcado en el calendario festivo.

Un trabajo muy duro, pero también gratificante, ya que estos músicos son muy conscientes de que sin ellos los tudelanos no disfrutarían igual de las celebraciones en honor a Santa Ana, bien sea por la costumbre o bien porque, a pesar de que en muchas ocasiones los ciudadanos no aprecian su presencia, si no estuvieran se les echaría en falta.

Si las charangas se asocian a la música informal y las fiestas desenfadadas en la calle, no ocurre lo mismo con otros de los encargados de poner el ritmo en Santa Ana, los integrantes de la Banda de Música de Tudela. En su caso, quizá por el uniforme o quizá porque su misión es poner el acompañamiento musical en algunos de los actos más solemnes del programa, la labor de estos músicos se considera algo más seria que la de sus compañeros de las charangas.

Ellos son quienes, cada año, acompañan a la Patrona en su salida en procesión por las calles de Tudela, entre el aroma de los cirios encendidos y la albahaca fresca, y también junto a los centenares de vecinos que se dan cita en este acto, uno de los principales de las fiestas. También son ellos los que animan la tarde, al son de los pasodobles, en la “Chata” de Griseras, durante los festejos taurinos, y quienes salen en procesión junto a Santiago, el día 25 de julio, marcando el paso de la marcha del santo con la popular “Marcial, eres el más grande”.

Pero si de marcar el paso se trata, nadie mejor que los músicos de la Banda de Tudela para hacer correr a la gente alrededor del quiosco en uno de los eventos más característicos y arraigados del programa festivo de Santa Ana, la popular Revoltosa. Un acto exclusivo que sólo puede verse en la ciudad de Tudela, y cuya melodía, conocida por todos los tudelanos, fue compuesta por un antiguo director de la banda, Luis Gil Lasheras.

Por otro lado, el sonido de las fiestas también se puede definir por un instrumento muy asociado al folklore de esta zona, la gaita. A lo largo de los siete días que duran estas celebraciones, raro es el acto en el que no se incluye al grupo de gaiteros de Tudela. Aunque, sin duda, su acto por antonomasia es el “Alarde de Gaiteros”, en el que cada año, diversas agrupaciones procedentes de distintas ciudades del norte del país, acuden hasta Tudela para hacer sonar las gaitas y reivindicar, de esta forma, el sabor autóctono de este instrumento.

Al hablar de la música típica de los días festivos no se puede olvidar la presencia de las orquestas que amenizan las noches en la plaza de los Fueros. Su presencia también es imprescindible en cual-quier fiesta que se precie y sin ellas, las horas nocturnas de estas celebraciones no serían las mismas. Estos grupos se encargan de hacer versiones de canciones conocidas y actuales de otros artistas y también recuerdan los grandes éxitos del pasado interpretando algunos de los temas más populares de otras épocas, con los que hacen disfrutar tanto a jóvenes como a mayores.

Pero la noche tudelana también cuenta con otros protagonistas de excepción, que ponen una nota de color diferente a las últimas horas de los días festivos. Se trata de los grupos que actuan durante las denominadas “Noches del Queiles”, unos espectáculos que se llevan incluyendo en el programa desde hace años, y que alternan todo tipo de montajes musicales que van, desde la tradición mexicana de las rancheras, hasta los boleros o el folklore navarro representado por uno de los sonidos que más define esta tierra, el de la jota.