La mujer de hoy en día no para ni un segundo. Trabajar, acudir a citas, encargarse del hogar, actividades y cursos varios... Y todo esto corriendo y, preferiblemente, sin despeinarse. ¡Vamos! Que hay que estar preparada para todas las ocasiones; es decir, para lo que pueda surgir.
Por eso, porque no queremos renunciar a la moda pero tampoco que nos tenga maniatadas, para esta primavera-verano se nos ofrece un amplio abanico de diseños y tendencias que satisfacen todo tipo de gustos y preferencias y, lo que es más importante, sencillez y colorido para combinar a la perfección comodidad y feminidad.
Aunque hay de todo y para todos los gustos, existen elementos comunes que caracterizan la presente temporada. Triunfan los estampados en blanco y negro, el vestido negro no debe faltar en un buen armario, mucho pitillo y conjuntos estilo casa de la pradera con florecitas y prendas ligeras. Además, vamos a lucir bastante pierna porque la minifalda, en todas sus versiones, invadirá las calles de nuestras localidades. Lo que está claro que esta primavera-verano podremos elegir entre diferentes looks para ir a la última. Tendremos el estilo más trotero, en el que no puede faltar un buen pitillo y, para que las caderas no sobresalgan más de lo deseado, se puede combinar con un jersey maxi o una túnica muy femenina. Además, el look deportivo sigue estando muy de moda y la comodidad se pone a la última ofreciéndonos pantalones anchos y sudaderas muy arregladas para el estilo más hip-hop. Por supuesto, no hay que olvidarse del vaquero en todas sus modalidades, con estampados y combinaciones. Sigue entre nosotras, más presente que nunca.
Si lo que buscamos o necesitamos es un estilo más romántico, nuestras aliadas van a ser las flores. Camisas, vestiditos y pantalones con motivos florales por todos los lados, que nos unirán más con la naturaleza y nos ayudarán a renacer con fuerza esta temporada.
La inspiración safari también será una tónica durante esta primavera-verano. Mucho lino, camisa de algodón, cinturón de piel a juego, shorts estampados, vestidos camiseros y trajes en colores marrones, caquis, beiges... nos acompañarán también en esta temporada.
Lo más clásico viene de la mano de los vestidos tipo trapecio, una prenda que triunfó en los años 60 y que vuelve con fuerza para darnos el toque más femenino y delicado.
