Corella

El secreto de la longevidad lo guarda Corella

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A por otro más

Trabajo y buen humor parecen ser dos de los antídotos más eficaces para gozar de una vida lóngeva y de calidad. Al menos, en ello coinciden las dos vecinas de Corella que a lo largo de la semana pasada rebasaron los 100 años de edad en plenas facultades físicas y mentales. Son Adela Ochoa Ovejas, que cumplió 101 años el pasado día 6, y Fermina Guillorme, quien un día más tarde alcanzó los 102. El Ayuntamiento de Corella quiso rendir un particular homenaje a las dos centenarias y el propio alcalde, Ramón Jiménez, acudió en persona a la residencia San José, donde se encuentra Adela, y al domicilio particular de uno de los hijos de Fermina, a felicitar a las dos longevas y obsequiarles con flores y un detalle en el día de sus respectivos cumpleaños.

La primera en celebrar su cumpleaños fue Adela Ochoa, quien a sus 101 años de edad todavía conserva un espíritu joven y jovial, además de un rostro con muy buen aspecto, sin rastro de arrugas. Nacida en Cervera del Río Alhama, donde durante años regentó un negocio familiar de hostelería, Adela Ochoa se considera navarra y, sobre todo corellana. Por algo lleva más de 50 años afincada en la ciudad del Alhama, a donde se trasladó al quedarse viuda, recién cumplidos los 46. En la actualidad, la residencia de ancianos “San José” constituye su hogar y el lugar en el que ha encontrado amigos y la calidad de vida que necesita para seguir cumpliendo años. No obstante, las 2 hijas que siguen con vida de los 5 que tuvo Adela, sus 24 nietos y treinta y tantos biznietos la visitan asiduamente para darle su cariño. “Yo he vivido toda mi vida metódicamente y bien. He seguido siempre mis reglas, he trabajado mucho y sacado a mis hijos adelante con la máxima alegría posible y eso es lo que me ha valido. Ahora, me cuido y procuro descansar y no dejar de cantar”, dijo la centenaria.

Por su parte, el día del patrón pamplonica, Fermina Guillorme celebró santo y cumpleaños por centésimo segunda vez. Y lo hizo rodeada de su familia, que integran sus 3 hijos Antonio, Jesús y Carmen, más sus 7 nietos y 5 biznietos. El cariño que le brindan constituye su principal razón para seguir cumpliendo años, ya que a pesar de que Fermina refunfuña cada vez que alguien le desea que cumpla muchos más, reconoce que esta vez llevaba días planeando su aniversario. Hasta se había olvidado de los “achuchones” que dice padecer a diario, pese a que, según su hija Carmen, “lleva años sin tomar ni una aspirina”. Por otro lado, aunque nació el día de San Fermín, Fermina Guillorme confesó no haber tenido nunca la oportunidad de acudir a las fiestas de Pamplona de las que no se pierde ni un encierro. Eso sí por la tele, como hizo el pasado viernes. Después recibió a sus invitados a y concluyó con que “Si Dios no me lleva es porque aún hago falta”.