Tudela

El rincón navideño de la filatelia

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La Navidad es una de las celebraciones más tradicionales y extendidas por toda la humanidad. De su importancia histórica hemos sabido a través de la fuentes orales, escritas y también artísticas que, a lo largo de los años, han reflejado la forma de celebrar esta festividad en diferentes culturas y épocas. En el mundo de la filatelia la Navidad también ocupa un lugar muy destacado.

Cincuenta años de historia

Este año se han emitido dos sellos navideños, y las escenas reproducidas han sido la obra de Francisco Ribalta titulada “Adoración de los Reyes”, y un retrato moderno de los Magos diseñado por Alexis. Ambos se pueden adquirir tanto para franqueos nacionales, con un valor de veintiocho céntimos, como para envíos europeos, que cuestan cincuenta y tres céntimos.

Los primeros cien sellos navideños de este año llegaron a Tudela a mediados de octubre y unas semanas más tarde llegaban otros mil doscientos. La Directora adjunta de la oficina de Correos en Tudela, Blanca De Miguel, señala que “la gente que más pide este tipo de sellos son las monjas y las empresas que mandan postales de felicitación a sus trabajadores y clientes”.

Tradición filatélica en España

Según datos facilitados por el historiador tudelano y experto en filatelia Luis María Marín Royo, desde 1955 la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre dedica anualmente uno o dos sellos a esta festividad.

El primero de ellos, que apareció el 24 de diciembre de hace cincuenta años, representaba una obra pictórica de la Sagrada Familia, de El Greco. Su valor facial (el precio de adquisición durante el periodo de la validez postal para el franqueo de la correspondencia) alcanzaba los ochenta céntimos de peseta, que era lo que en aquel año se necesitaba para el envío de una carta de peso sencillo, de un punto a otro de España. El siguiente sello navideño no se emitió hasta 1959 y desde entonces no han dejado de aparecer año tras año. Desde el primer momento las escenas escogidas han pertenecido en su mayoría a cuadros o esculturas de los más grandes artistas, como el ya mencionado El Greco, Zurbarán, Murillo o Berruguete, entre otros. De esta forma, algunas de las obras más emblemáticas de la historia del arte han podido viajar vía postal por todos los rincones de nuestro país y del resto del mundo.

Luis María Marín afirma que los sellos de Navidad han sido durante mucho tiempo una de las series más esperadas por los coleccionistas, por su belleza y por encajar tanto en las colecciones dedicadas al tema de Navidad, como en las centradas en la pintura y escultura. Marín añade que el recuerdo de la filatelia a la Navidad es, dentro el coleccionismo de sellos, una manera más de celebrar estas fechas. Desde la oficina postal de Tudela se apunta, por otra parte, que desde hace varios años se facilita en cierta medida la tarea de los amantes y aficionados al coleccionismo de sellos. En este sentido Blanca De Miguel explica que desde hace un tiempo Correos saca a la venta a principios de año unos estuches que reúnen todos los sellos que se publican anualmente ,y añade que “se trata de un libro muy bien presentado en el que viene cada sello preparado y su historia particular”. Esta publicación suele salir a finales de febrero o principios de marzo y se puede adquirir en cualquier oficina postal de España.

Navarra en sellos

La primera emisión de sellos españoles apareció el 1 de enero de 1850, bajo el reinado de Isabel II. El primer sello, en negro, fue obra de Don Bartolomé de Coromina. Reproducía un busto de la reina y el año de su impresión logró vender más de seis millones de ejemplares. De esta forma se iniciaba en España una extraordinaria reforma del correo, imitando el ejemplo que Inglaterra había realizado diez años antes al emitir el primer sello del mundo con la efigie de la reina Victoria. El primer sello español nació en 1850 y el primero dedicado a la Navidad surgió ciento cinco años después, en 1955