Cintruénigo

El regreso del Barroco

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Los 80 vuelven a ser los protagonistas. Si primero fueron la música, la ropa e incluso los peinados de aquella época los que regresaron con éxito, ahora, le toca el turno al estilo decorativo que imperaba en aquellos años. Un neoclasicismo barroco que “lo envuelve todo” y en el que no faltan los espejos, tapizados, lámparas, cristal y el capitoné que marcaron aquella época. “Es un volver, darle la vuelta a una inspiración. Las últimas tendencias en decoración y los grandes nombres vienen acompañados de todos estos elementos”, comenta la decoradora Rosa García.

Las lacas (principalmente blancas), los brillos y las maderas naturales como el nogal y el wengé se complementarán con cristal y otros materiales para reiventar un estilo que contrasta fuertemente con la tendencia de los últimos años, especialmente con el minimalismo puro que se vivió en los 90. “No desaparece, lo que pasa es que las casas se llenan más. Los espacios son grandes y si hay que poner sólo una pieza, ya no es lisa y llana, sino que se adorna”, explica la decoradora.

Tendencia continua

Esta trasgresión también se deja notar en los complementos, con la recuperación de tapicerías naturales, de papel con estampados florales muy difuminados en relieve y caídas en las ventanas, donde también aparecen estores acompañados de buenas caídas. “Donde hay un brocado, hay una silla de diseño de principios de siglo del más puro diseño; y, donde hay un simple estor, una silla antigua. Son contrastes y mezclas muy importantes, y es que no hay que tener miedo a arriesgar”, señala Rosa García, quien afirma que es el diseñador el que mejores resultados puede obtener a la hora de decorar un hogar. “Cada vez más el profesional tiene su sitio, está todo el día en ferias y viendo las últimas tendencias. Si alguien quiere tener una casa bien, que acuda a un profesional que acertará con creces en todo”, puntualiza.

El auge del estilo étnico y colonial

El barroco también se ha dejado sentir en las tiendas de diseño, dónde las líneas rectas se entremezclan con muebles más cargados y elementos decorativos en los que imperan el color y las lacas. Dentro de este mobiliario, destaca la importancia que han adquirido tanto armarios como vestidores. “Han vuelto muchísimo los espejos en puertas enormes donde uno pueda verse, así como los vestidores. Cada vez hay más gente que prefiere dejar una habitación apartada y usarla como vestidor”, explica la decoradora desde Rosa García.