El pasado 15 de marzo se llegó al último peldaño burocrático del expediente de regulación de empleo de los trabajadores de Sanyo en la capital Ribera. El Ministerio de Trabajo en Madrid, a donde debía ir la documentación ya que se trataba de un proceso conjunto entre los empleados riberos y catalanes, dio el visto bueno al acuerdo alcanzado entre el comité y Sanyo, con lo que se confirma la salida de la plantilla el próximo 31 de marzo.
Acusaciones
Estos últimos días, “la gente está haciendo números para ver cómo se le queda a cada uno su parte y estamos trabajando ya con MOHA, la empresa de recolocación -comentaba Ana Mª Ruiz, presidenta del comité-. Con el sí del Ministerio ya está todo finiquitado, el 31 nos vamos”.
Tras las últimas declaraciones del Consejero de Industria del Gobierno foral, José Javier Armendáriz, en las que culpaba tanto a la empresa como al comité de no incluir la reindustrialización en el acuerdo sobre el expediente, Ruiz se siente molesta. “Personalmente, yo me he sentido utilizada. El comité ha apostado desde el principio por la reindustrialización, pero con un planteamiento serio, porque al final los que estamos en la calle somos los trabajadores y a nosostros no nos han presentado un proyecto industrial con un plan de viabilidad incluido”.
Jesús Casado, miembro del comité resumía la situación de esta manera: ”El Gobierno de Navarra no se ha mojado en absoluto a la hora de empujar y de compartir responsabilidades para conseguir entre ambos dichos planes. Nos dice, nada, nada, vosotros darle duro a la multinacional. Pero por otro lado tenemos la cruda realidad, yo Gobierno me quedo en la sombra, y ni pongo presión, ni recursos. Si finalmente el plan social ya conseguido se va al traste por pasarnos de exigencias, el problema es del comité”.
