Las bajas de Emilio Súmelos, Mourad Mahmed y Sergi Gimeno fueron un mal punto de partida para presentarse en la cancha del un invicto líder de Primera Nacional. “Los riberos en ningún momento fueron una amenaza y se mostraron faltos de ilusión y garra, dando muy pronto el partido por perdido”, señalan desde el club tudelano.
La falta de acierto en la portería, con las imprecisiones de Enrique Gómez e Iñaki Iriarte y la actuación de un mermado Darío Calahorra, recuperado a última hora de su lesión, fueron determinantes. A esto se suma una defensa “excesivamente pasiva”. A pesar de haber sido “un partido para olvidar”, cabe destacar la regularidad de Javier Iriarte y los tres goles del canterano Andrés Inaga.
