Uno de los principales problemas que afectan a la caza menor en Navarra viene provocado por la forma en la cual se realiza la recolección del cereeal y de la paja. Esto viene provocado por la destrucción de nidos, la succión de ejemplares y sus crías por la maquinaria o bien por la desaparición de la cobertura vegetal que utilizan los animales para defenderse.
La normativa marca que la recogida debe respetar un periodo no inferior a 10 días entre la cosecha y la recogida de la paja, la instalación en las cosechadoras de dispositivos espanta-fauna, la recolección de la paja del centro al exterior de la parcela y nunca hacerlo durante el horario nocturno.
Desde la Asociación de Cazadores navarros consideran que, “si bien algunos agriculturos aplican algunas de ellas, la mayoría los incumplen”. Por ello entienden que estas prácticas al ser beneficiosas para la fauna deberían ser subvencionadas y sobre todo, aplicarse a todo el territorio y no solo a la paja que se destina a la planta de Sangüesa.
