El ilusionista ribero Pedro III caminó a ciegas y encadenado, durante 500 metros, sobre un muro de 30 cm. de ancho y a casi 20 metros de altura, el acueducto situado en la localidad Navarra de Noáin. Esta hazaña denominada ‘Adrenalina Desafío Vertical’, tuvo una duración de 52 minutos y transcurrió por el tramo más estrecho de esta obra de arte del siglo XVIII el pasado 27 de noviembre.
Antes de comenzar el recorrido, el ilusionista fue encadenado y atado con 3 candados, así como esposado por uno de los periodistas allí presentes, que también le cubrió el rostro con un capuchón negro, después de cegarle los ojos con plastilina negra, dos metales y una venda.
Durante el recorrido Pedro III tuvo que localizar las 3 llaves con las cuales se ha ido liberando de sus ataduras hasta completar el recorrido.
El ilusionista tuvo que sortear las imprevistas ráfagas de viento que le han hecho tambalear en varias ocasiones y que han hecho estremecer al público asistente.
