Había una vez, un circo, que alegraba siempre el corazón... Ya lo decía Miliki en una de sus canciones, y eso mismo sintieron los niños tudelanos con la llegada del VIII Festival de Circo de Navarra a las calles de la capital ribera el pasado viernes día 28 de agosto.
Las actuaciones organizadas comenzaron en la plaza de los Fueros con la puesta en escena del espectáculo Piratados del grupo Oreka que arrancó más de una sonrisa a los espectadores mientras buscaba desde su barco la isla del tesoro. El escenario circense se trasladó a la plaza de la Constitución donde Manuel Alcántara realizó complicados ejercicios sobre un cable que
dejaron a más de uno con la boca abierta. De nuevo, en la plaza de los Fueros la compañía francesa Ha-Nabi representó Zoo, la leyenda del rey mono que incluía un teatro pirotécnico, ejercicios de acrobacia, malabarismo y equilibrismo.
