Iglesia Carisma
La iglesia Carisma de Tudela trata de devolver el sentido tradicional a esta fiesta mediante las actividades que realiza durante estas fechas. El pueblo senegalés es un ejemplo del espíritu navideño a través de la tolerancia religiosa que se vive en su país. “La Navidad es un acontecimiento muy sentido en Senegal, a pesar de que el 95 por ciento de la población es musulmana”, señala Alí Ndiaye, presidente de la Asociación de Senegal de Tudela.
Asociación de Senegal
El matrimonio formado por Mikel Íñigo y Ana Laura Álvarez, es el responsable de esta comunidad cristiana que pertenece a la rama evangélica protestante y que desde hace ocho años tienen sus instalaciones en la antigua parroquia de San Juan.
“Todos notamos que en la sociedad se ha perdido un poco de algo, con las actividades que realizamos en Navidad queremos devolver un poquito esa espiritualidad que falta y transmitir los valores que predicaba Jesús, que son actuales y universales”, explica Íñigo.
Coincidiendo con su traslado a las nuevas instalaciones, comenzaron a repartir chocolate caliente en su puerta “con un regalito y un polvorón”, concreta Álvarez, “y tuvimos tanto éxito que ahora nos movemos por todo Tudela. Repartimos un pequeño presente con una palabra de esperanza. El año pasado recorrimos varios centros comerciales cantando villancicos”. Desde hace tres años participan en la cabalgata del 5 de enero con el objetivo de “dar una impresión más alegre si se puede”, señala Íñigo y el año pasado celebraron, por primera vez, un festival infantil en el que, a través del desarrollo de un tema, “tratamos de fomentar valores como la solidadridad o la huída del consumismo, mediante juegos, canciones y títeres”, explica Álvarez. Durante el mismo, relizaron la entrega de juguetes a los niños a cambio de un boleto que se conseguía presentando previamente la cartilla del paro.
A parte, a nivel interno, organizan una cena para los miembros de la iglesia y realizan su propio festival.
En este país africano la representación de la Navidad se realiza a través del belén. “La noche del 24 de diciembre, después de cenar en familia la gente sale a la calle para celebrar la Navidad. En Dakar, la capital, miles de personas, tanto cristianos como musulmanes, acuden a la plaza de la Independencia. Allí se hace una representación del nacimiento de Jesucristo y la gente se queda dos horas dando las felicitaciones. Se suele terminar a las tres de la mañana y al día siguiente, como es fiesta nacional, es tradición juntarse a comer con los amigos”, relata Ndiaye.
El orígen está en el primer presidente de la democracia en Senegal. “Era cristiano y gobernó durante veinte años en un país mayoritariamente musulmán. También en el respeto a la figura de Jesucristo, cuyo nombre musulmán es Insa, después de Mahoma, uno de los profetas más grandes en el Islam”, asegura Ndiaye.
La asociación de Tudela, cuenta con unos 120 miembros de toda la Ribera, la mayoría musulmanes. “Aquí no lo celebramos pero sí nos reunimos para comer en familia con los amigos”, comenta Ndiaye. Además, colaboran con otras asociaciones de la ciudad en el reparto de regalos a los más necesitados.
