Los banquetes de boda también han cambiado junto con la demanda de los novios en estos últimos años. Pese a que los restaurantes de prestigo mantienen su caché a la hora de ser punto de destino para el ágape nupcial, cada vez son más los cónyuges que escogen un escenario idílico en el que ofrecer una comida inolvidable a sus invitados.
El Palacio de Los Mencos, situado en un enclave de ensueño en la localidad de Tafalla, es uno de esos lugares que acoge cada vez más banquetes de boda.
El edificio, como indican sus responsables, no es ni un rstaurante ni un hotel, sino una casa palaciana del siglo XVI, que se alquila para eventos. No sólo bodas, sino también bautizos y comuniones.
El edificio linda con el convento de Recoletas al que se une mediante un arco. Conforma un gran bloque cúbico de sillería de dos alturas más un ático. Articulado por ventanas rectas, a excepción de la puerta principal que consta de un arco de medio punto, sobre él, en la parte más alta del edificio, hay colocado un escudo que lleva las armas de los Mencos.
Esta fue la familia a la que perteneció el palacio, que lo mantuvo como segunda residencia al trasladarse a Pamplona. "El marco es precioso, noble y elegante. Son más de 1.000 metros repartidos en tres salones: la bodega, el patio y el jardín, donde se pueden realizar eventos de hasta 250 comensales sentados", señalan sus gestores.
