Abandono de partido
La baja de militancia del edil tudelano Mariano Cerezo ha sido la primera de las consecuencias del Comité Regional del PSN-PSOE celebrado el pasado 1 de septiembre en Pamplona. Una reunión que contó con la intervención del Secretario de Organización del partido, José Blanco, quien acudió a la capital navarra para dar explicaciones sobre la decisión tomada por la Ejecutiva Federal en la que se descartó una alianza de gobierno con NaBai e IU. Una decisión que, según Blanco, “el Secretario General del PSN y el candidato Fernando Puras conocían desde el primer día” y que se “prolongó en exceso” debido a que “todos hemos hecho un esfuerzo leal y sincero para analizar a fondo todas las opciones”. En su intervención, aseguró que, actualmente, el PSN “no está en condiciones de garantizar a los navarros un gobierno de cambio”. “Ello exige un Partido Socialista fuerte (...), que tengamos más votos y más escaños para garantizar que la cohesión política del gobierno se establezca a partir de nuestras posiciones y no a partir de las de otros”, comentó. En cuanto a Nafarroa Bai, señaló que todavía hay muchas incógnitas en torno al partido, pero no descartó gobernar en el futuro con él, aunque matizó que, para ello, deberá “adquirir la solidez y estabilidad que ahora no tiene y clarificar sus contenidos en algunas cuestiones decisivas”.
Tras dimitir como miembro de la Ejecutiva Regional, el pasado domingo por la noche vía correo electrónico, el edil tudelano Mariano Cerezo presentó su baja de militancia del PSN. “Yo pensaba que estaba en un partido democrático y aquí no te dejan ni hablar -no pudo intervenir en el comité al no ser miembro-. Lo de Pamplona fue penoso, un horror”, señaló Cerezo, quien ya había anunciado que si no le convencían las explicaciones de Pepe Blanco, abandonaría el partido. “Me quedé decepcionado en el momeno en que dijo que Navarra podía proponer, pero que el que decidía era Madrid. A partir de ahí consideré que no merecía la pena seguir”, comentó Cerezo. En cuanto a su acta de concejal en Tudela, afirmó que, en principio, “no la iba a entregar”. “Lo decidiré en una reunión con otros miembros del partido -los denominados como sector crítico de la Ribera-. No hay nada claro, pero lo que el cuerpo nos pide es marcharnos a casa y dejar que se estrellen”, dijo el edil tudelano, quien pidió la dimisión de Chivite por “mentirnos a todos”.
