El Ayuntamiento de Tudela asegura estar tranquilo con respecto a la polémica generada merced a la contrata con la empresa adjudicataria de las labores de limpieza, Cespa.
La pasada semana, Manuel Campillo (PSN) afirmaba que "el Ayuntamiento de Tudela no controla ni inspecciona el servicio de limpieza contratado,
ni si se limpia bien la ciudad,
ni si la organización del trabajo es la adecuada, ni si el coste económico es el debido".
En su escrito, Manuel Campillo añadía además que se han tomado sucesivas "decisiones políticas sin soporte técnico, que además se han llevado siempre a la Junta de Gobierno por vía de urgencia, dificultando la debida fiscalización de los técnicos municipales y de los grupos de la oposición".
En un busca de "otro perfil"
La reclamación de Campillo surgía tras conocerse que el consistorio tudelano iba a encargar a un agente externo un informe económico requerido por el asesor jurídico, que debería dilucidar si se había mantenido el equibilibrio financiero en la gestión de la contrata.
El portavoz del grupo municipal de UPN, Joaquim Torrents, considera que las palabras de Campillo "responden a una estrategia para obtener rédito político". "Son acusaciones falsas, principalmente porque es ilegal realizar modificaciones en la contrata sin un soporte técnico", dice el regionalista. "Las modificaciones se hicieron con un criterio claro y llevadas a cabo por el técnico de nivel A de Servicios Contratados", recalca el portavoz.
Además, Torrents aclara que si las últimas modificaciones no se han tratado con ese empleado es porque "se ha jubilado". "Mientras buscamos un perfil que abarque más control de las contratas para esa vacante, han sido otras personas del área
de Servicios Contratados y Ordenación del Territorio quienes se han encargado de su labor", explica.
