Tudela

El Brindis rejuvenece

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El tudelano ausente es una persona que resida fuera de Tudela por lo que sea, porque tiene que trabajar y sacarse el sustento en otro sitio” -explica el presidente de El Brindis, José Antonio Márquez- y cuando surgió la idea, hace 20 años de este homenaje, no pensamos que pudiera crearse ningún malentendido. Por eso, el primer homenajeado que tuvimos vivía en Zaragoza, que no está tan lejos. En contraste con la que tenemos este año, que viene desde Bolivia”.

Acercar la fiesta a otros

Apenas terminan los actos del cohete, y con mucha gente bailando y bebiendo en las calles tudelanas, la sede de El Brindis se vuelve un auténtico camarote de los hermanos Marx. Homenajeado, joteros, miembros de la peña, periodistas, público en general... Cientos de personas se concentran en la estrecha calle San Antón para vé este homenaje tan entrañable.

Música joven

Además de este acto tan significativo, El Brindis tiene una preocupación especial por hacer llegar las fiestas a otros colectivos de personas. “Desde hace tres años -explica Márquez- el día 25 subimos al encierro, y de allí nos desplazamos al Centro de La Atalaya, a visitar a las personas que están internadas. Tratamos de tocar con la charanga, de hacer algún chiste... De entretener a esas personas. También les llevamos algún pañuelo y pegatinas. Estamos allí hasta las doce y media”. La idea, según nos cuenta el presidente, surgió de los socios en una junta directiva. Pero ahí no queda su labor. “El día 26, eso sí, está dedicado sólo y exclusivamente a la Patrona Santa Ana. Y el 27, a las once de la mañana, acudimos a la Real Casa de Misericordia, ataviados con el uniforme de la peña, y con la charanga, damos un pequeño concierto con la idea de animar y ambientar a los ancianos. Les repartimos unos caramelos sin azúcar, por si acaso, y pañuelos, y luego llevamos a cabo un pequeño homenaje. El alcalde entrega una placa de la peña a algún grupo de la residencia. El año pasado fue para los ancianos en general, los residentes, y este año es para el grupo de manualidades. Tratamos de no dárselo a una persona en particular porque es muy difícil saber a quién entregárselo, si al más anciano, al que más años lleva...”. Para cerrar el acto, los miembros de la peña, acompañados por los ancianos, le ponen un pañuelo a la imagen de Santa Ana que hay en la capilla de la residencia, junto con un centro de flores.

Simultáneamente, a las once y media, miembros de la peña llevan a cabo otro acto: un almuerzo con gente de Anasaps. “Puede parecer un poco fuera del ambiente de fiestas, -explica José Antonio Márquez- que estemos con los de La Atalaya, la residencia de ancianos y Anasaps, pero lo hacemos con mucho cariño, y para llevarles las fiestas a esta gente, que si no, quizás no disfrutarían tanto”.

El día 29 El Brindis organiza una degustación de vinos, en la que colabora la bodega Príncipe de Viana. Pero el vino, que se sirve a su temperatura justa y de forma gratuita, es sólo una parte: la peña ofrece a todo el que se acerca, jamón, queso, chorizo y otros productos. “Este año va a ser la primera vez que tengamos subvención del ayuntamiento para este acto” -explica el presidente de El Brindis-. Es un acto fabuloso. Los gigantes se recogen en ese momento en Castel Ruiz y desde allí viene muchísima gente. No paramos de servir botellas”.