La Audiencia Provincial de Zaragoza ha dictado auto en el que reconoce que el balcón de Torrellas, que se derrumbó en la madrugada del 14 de septiembre de 2003 mientras la localidad estaba en plena celebración de las Fiestas Patronales, se hundió porque el hormigón que se utilizó en su construcción era de baja calidad, las vigas se colocaron mal y, además, no contaban con un apoyo suficiente y estaba aguantando demasiado peso en el momento del fatal accidente.
En el auto, también se reconoce que hubo infracciones y falta de diligencia por parte de varios responsables, pero considera que ninguna de ellas tienen la entidad necesaria para ser considerada individualmente como “un ilícito penal”. Facilitar la entrada al balcón sin controlar el número de personas y carga total, también es constitutivo, aparentemente, de defecto u omisión de previsión y diligencia. Pero, aún así, la Audiencia aprecia que estas conductas son "culpas levísimas" y su previsión "es correlativa a una diligencia extraordinaria por parte del sujeto".
A pesar del fallo, el Tribunal cree que todas estas deficiencias no son suficientemente graves como para abrir un proceso penal.
Responsabilidades
La caída del balcón de Torrellas, causó la muerte ese mismo día de tres personas de 15, 34 y 35 años respectivamente, de otro joven de 28 años días más tarde en el hospital, y dejó más de veinte personas heridas de diversa consideración.
Todas estas personas, se encontraban en la Plaza del Ayuntamiento, esperando que comenzara el espectáculo del toro de ronda y, tras la caída del balcón, quedaron sepultados por 4.000 kilos de hormigón.
Tras el fallo de la Audiencia Provincial de Zaragoza, los familiares de las cuatro víctimas mortales están decepcionados con el auto dictado, porque aunque es claro a la hora de señalar las causas que originaron el accidente, envía a las familias a reclamar a la vía civil o a la contencioso-administrativa, ya que por la penal no es posible.
