En trámite
El pasado 12 de febrero se cumplieron dos meses desde la apertura al público de las piscinas cubiertas municipales y desde la concejalía de Deportes de la capital ribera han hecho balance de estas instalaciones. En él aseguran haber subsanado el 80% de las quejas y sugerencias realizadas por los usuarios a lo largo de estos sesenta días, al igual que los déficits encontrados por los técnicos del Gobierno foral. Entre ellas se encuentra la instalación de una valla de protección en la piscina de chapoteo, así como la zona antideslizante del tobogán, los secadores, enchufes y papeleras en los vestuarios, las tumbonas en la zona de baño o los relojes de la sauna. La mejora de la zona de aparcamiento era uno de los temas más solicitados, algo que ya se ha solucionado con el aplanamiento de parte del terreno adyacente. “No se va a asfaltar porque dentro de la segunda fase de la Ciudad Deportiva ya está incluida una zona de aparcamiento”, admitía Ricardo López, edil de Deportes de la capital ribera.
Chorros
Algunas de las ideas de los usuarios, sin embargo, todavía están pendientes de solución ya que no ha habido tiempo para ello, como por ejemplo la instalación de fuentes de agua en la zona de vestuarios, o se encuentran en estudio, como la apertura del tobogán los miércoles por la tarde o la ampliación del horario durante los fines de semana.
Como ya adelantó Plaza Nueva, otra de las peticiones más repetidas por los bañistas ha sido, claramente, la reapertura de los chorros de la piscina lúdica, que sólo estuvieron en funcionamiento durante la jornada de puertas abiertas el pasado mes de diciembre.
Cifras
En un primer momento, el proyecto redactado en el año 2.000 contó con la aprobación de Sanidad, pero la normativa respecto a la legionela ha cambiado en varias ocasiones, por lo que a vísperas de la apertura de las piscinas el Consistorio tudelano recibió un informe emitido por la sección de Sanidad Ambiental en el que se “prohibía -tal y como explica la jefa de esta sección Teresa Ferrer- la puesta en marcha de las cinco fuentes de chorro y las dos de las cascadas al no cumplir la ley de prevención y control de la legionela”. Algo que el Ayuntamiento de Tudela no comparte. “El informe decía que podía incumplir la normativa y que de forma precautoria no abriéramos los chorros. Pero desde mi punto de vista creo que sí se cumple porque así está en otras comunidades y en otras instalaciones”, explicaba López.
Por ello han presentado una serie de alegaciones al Gobierno de Navarra. “Acataremos lo que digan y no pongo en tela de juicio su opinión porque son unos excelentes funcionarios, pero tengo la esperanza de que se estimen estas sugerencias y pronto los tudelanos puedan disfrutar de esos chorro como en otras piscinas similares”, añadía. Si no fuera así, “nos crearía un problema serio en el sentido de que habría que hacer unas modificaciones importantes en la piscina con todo lo que eso conlleva”, concluía.
