Tras la crisis que llevó a la salida de 14 jugadores, el club blanquillo ha cerrado su plantilla con once nuevos fichajes y enmienda rumbo deportivo con la victoria sobre el Fuerteventura.
El Alfaro se ha rehecho y renovado su ilusión y fe para luchar por la permanencia en Segunda B. Después de la dimisión de Patxi Bronte, la llegada del nuevo entrenador Javier Salvatierra y la crisis que finalizó con la marcha de catorce jugadores del equipo, la mayoría núcleo de su juego, el club blanquillo ha renacido gracias a once nuevas incorporaciones en un intenso trabajo de la directiva en el mercado de invierno y a los últimos resultados que, aunque consciente de la dificultad del reto, alimentan la ilusión de equipo y afición.
Reflejo de este renacer fue la convincente victoria de los blanquillos el pasado domingo ante el Fuerteventura, con goles de Gerika y uno magistral de Israel Losa. Este es el primer triunfo de esta temporada como local, un peso del que el Alfaro ya se ha librado y reafirma la esperanza por remontar los seis puntos que le librarían del descenso directo. El objetivo ahora es conjuntar al equipo, que el cuerpo técnico le imprima su personalidad y desarrolle todas sus potencialidades en pos del deseo y el objetivo de la permanencia.
