El ajo es inofensivo para los ecosistemas, no afecto a insectos beneficiosos y las plantas tratadas con ajo se pueden consumir al momento con toda seguridad.
Resulta muy eficaz contra las larvas que acaban con las hojas de las plantas, contra pulgones inhibe el crecimiento de hongos.
Actúa como un insectictida sistémico y provoca una excitación dentro del sistema nervioso, provocando repelencia. Se ha comprobado su efectividad, por ejemplo, sobre la mosca de la cebolla. Además, esta mezcla del extracto de ajo con otros repelentes y fungicidas vegetales como las guindillas, el laurel o la nicotina pueden doblar su eficacia.
Cómo se realiza
Hay que desgranar una cabeza de ajos, pelarlos y partirlos en trozos. Después, se machacan con un cazo y se colocan en un cazo con 1 litro de agua. Una vez hecho esto, se tiene que macerar diramte 24 horas.
A partir de ahí se puede hervir durante 5 minutos y colarlo o bien utilizarlo tal cual e introducirlo en un pulverizador y emplearlo como cualquier otro insecticida común para rociarlo por todas las partes de las plantas.
