En contra del extendido pensamiento popular, el 90% de los hijos de padres sordos no tienen problemas de audición. Sólo en un 10% de los casos es hereditario.
Es importante utilizar el lenguaje de signos al margen de la lengua hablada porque, si se unen, acaba por no aprenderse bien ninguno de los dos. En este sentido, los niños sordos y los hijos de no oyentes no disponen en Navarra de colegios especializados, por ello, acuden a centros convencionales en los que la falta de información del resto de la sociedad genera dudas en los pequeños.
La edad del pavo es la más conflicitiva. El 70% de los adolescentes no acepta la sordera de sus padres. Por sexos, las mujeres son más consecuentes con la situación familiar, mientras que los hombres son más reacios a aceptar la realidad.
Para que esto no ocurra, deben saber cómo son y conocer y aceptar sus dificultades.
