Las rápidas tasas de crecimiento del sector de la vivienda en Navarra, el importante desarrollo de la construcción de nuevos proyectos de edificación en los últimos años, y la acelerada modificación de las costumbres sociales -mejorando el confort de las viviendas- ha originado en España un importante incremento del consumo de energía.
Hábitos
Para paliar esta situación, que se aleja de las exigencias del Protocolo de Kioto y contribuye al peligroso efecto invernadero, el Consejo de Ministros del 17 de marzo de 2006 aprobó el nuevo Código Técnico de Edificación, cuyo objetivo es aportar directrices y criterios de eficiencia energética y de uso de energía solar, térmica, solar o fotovoltaica, en los nuevos edificios, así como en aquellos que se rehabiliten.
La citada guía editada en Navarra incide en la labor de las comunidades de vecinos, con sus presidentes y/o administradores a la cabeza, teniendo en cuenta que “una vez construido el edificio, es mucho lo que se puede gestionar, tanto por lo que respecta al rendimiento de las instalaciones energéticas, como a su correcta utilización”, señala en la referida publicación Pedro-A. Fábregas, director general de Fundación Gas Natural. La guía se dirige justamente al colectivo de gestores de edificios de viviendas, ya que según se indica en la misma, a pesar de que “la industria ha aumentado su eficiencia en Navarra, sin embargo en el sector residencial ha aumentado el consumo de energía, sin grandes mejoras en los niveles de bienestar”
Las tres vías o campos de intervención para mejorar la eficiencia energética en una comunidad de propietarios son los hábitos de consumo, la gestión y la tecnología.
En lo que respecta a los hábitos de consumo, gestos tan sencillos como usar el ascensor sólo en caso de necesidad o cerrar las ventanas de las zonas comunes en invierno, no cuestan dinero y “suponen siempre un ahorro neto de energía”.
