Tudela

Echando la vista al Ebro

Hoy en día

Vivimos de espaldas al río. Éste es uno de los comentarios más escuchados en la ciudad de Tudela en los últimos años. Unas palabras que además, cobran más fuerza si volvemos la mirada atrás para recordar cómo era antes la relación entre los tudelanos y el Ebro.

“En verano aquí teníamos muchas regatas, lanchas de estas que hacían competiciones, pero eso ya se fue perdiendo”, recuerda Merche Marín, quien llegó a ser Campeona de España de piragüismo de K1 en la distancia de 500 metros. Y es que en la década de los 60 y comienzos de los 70 el Ebro vivió un gran apogeo. Tudela contaba con dos equipos que practicaban el deporte de la piragua: el del Arenas y el Educación y Descanso de El Frontón. Entre los dos reunían a cerca de cincuenta chavales.

Durante las Fiestas de Santa Ana, además, el río se convertía en un escenario más de estos días ya que Tudela era sede de una Regata Internacional que atraía a mucha gente a la ciudad. “Del extranjero venían pocos, pero de Bilbao, del Helios y del Club Náutico de Zaragoza, del Bidasoa y de muchos otros sitios. Era oficial y la organizaba la Federación Navarra de Piragüismo, que por entonces estaba en Tudela”, explicaba Marín. Esta actividad, con el tiempo, también desapareció del programa festivo.

Otros factores

En la actualidad se sigue disfrutando del río, aunque no al mismo nivel que entonces. Eso sí, continúan con las mismas reivindicaciones, que quizás durante los próximos cuatro años se vean realizadas. Y es que el Ayuntamiento de Tudela está estudiando la instalación de un embarcadero. “Fíjate los años que lo llevamos pidiendo, desde que estábamos nosotros -comenta Marín-. Pienso que se podían haber aprovechado las obras que se hicieron en el Prado para hacer un embarcadero en condiciones, que sirva para explotar Tudela. En aquellos años teníamos un embarcadero que no era nada, y a pesar de eso mira lo que le daba a Tudela con las competiciones de piragua y de moto náutica. Venían de toda España a competir y era un espectáculo digno de ver. Porque entonces no había visto nadie una lancha ni iban a las playas como ahora. Así que si tuvieramos uno adecuado... Vas a cualquier pueblico de estos que han formado equipos de piragüismo y en ningún sitio les faltará un embarcadero, en ninguno”.

Sin embargo, el proyecto, de momento, está aún en sus comienzos. “Estamos mirando en otras ciudades para coger ideas de un embarcadero adecuado para el Ebro. Tiene que ser moderno y que se meta en el río. Y al ser una zona inundable, que aguanté y que con sólo una manguera se pueda limpiar después”, explicaba el concejal de Deportes, Ricardo López. Además se barajan más opciones: “Con este embarcadero le daríamos al Ebro la importancia que tiene. Automáticamente haríamos la clásica que siempre se hacía en fiestas. Tenemos la fuerte idea de recuperar esto. Pero no sólo hablamos de actividades de piragüismo, sino quizá, como también tienen en Soria, contar con embarcaciones de recreo como había antaño en Tudela”.

Inicios de una campeona

Además del futuro embarcadero, existen otros puntos que parecen dirigir a la capital ribera a una nueva época más cercana al río. Algunos ellos son: la escuela municipal de piragüismo que se puso en marcha desde el Ayuntamiento, las jornadas de iniciación a este deporte organizadas por el Departamento de Actividades Deportivas de la ETI, los cursos que se imparten desde la S.D.R. Arenas y los cursos de iniciación para chavales de 12 a 16 años y de adultos que convoca el consistorio para los meses de verano.

Por otro lado, existen clubes y asociaciones que mantienen viva la afición por la piragua como por ejemplo el Club Ribera Extreme o el Club de Piraguismo Ebrokayak. Éste último, en colaboración con el primero, fue el organizador, el pasado dos de junio, de la I Concentración de Piraguas, que reunió a un total de 65 embarcaciones. “Tenemos en mejor río, el más caudaloso de España y tenemos la suerte de tenerlo en la puerta de casa. Debemos aprovecharlo más, hay que darle vida”, comentaban desde Ebrokayak en la presentación de este evento. Quizás todo esto sea decisivo para dejar de darle la espalda al río y, quién sabe, para volver a contar con piragüistas de élite.

Dificultades, pasado y futuro

La explotación y disfrute del río Ebro permitió a los tudelanos poder contar entre sus vecinos con una Campeona de España, que a pesar de no contar con las instalaciones y los materiales adecuados, consiguió auparse a lo más alto del podio en la categoría de K1 en el año 1.967, en el Lago de Bañolas (Gerona).

Los comienzos de Merche Marín en el mundo del piragüismo llegaron de un modo casi anecdótico. “A mí me ha gustado siempre el agua, además mi padre estaba de conserje en El Frontón, donde había un equipo de piragüismo de chicos. Porque entonces los equipos sólo eran de chicos. Y yo, como me atrevía a todo, me decían, venga vamos a montar en la piragua, empezamos a hacer el tonto y de ahí salió todo”, comentaba Marín. Eso fue entre los años 65 y 66, al año siguiente fue cuando destacó. “Creo que esa es la carrera más especial, la del primer campeonato. Tenía 19 años y cuando llegué a Bañolas y vi el nivel que había, los chandals que llevaban, porque entonces aquí no te podías comprar uno, había que ir a Zaragoza, pues imagínate cómo me sentí. Y encima gané”, explicaba la piragüista. Además del Campeonato del 67, Marín repitió en dos ocasiones más, en el 70 en Avilés, en el Pantano de Trasona (Asturias), y un año más tarde, de nuevo en Bañolas. A estos hay que sumar otros dos subcampeonatos y un sinfín de competiciones de otras características. “En ríos de España, los años que estuve compitiendo, los gané todos: el Ansón, en Bilbao, el Seya... Éste no lo ha vuelto a ganar ninguna española desde que lo dejé yo”, destacaba.