Tudela

Disfrutar desde alta mar

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De ciudad en ciudad sin necesidad de tener que hacer y deshacer maletas. Eso es lo que ofrecen los cruceros a todos aquellos que cada año deciden embarcarse en estos grandes hoteles flotantes y descubrir, en una semana, numerosos y variados lugares de forma controlada. Y es que, lo que antaño era un lujo sólo para unos pocos privilegiados, en los últimos tiempos se está convirtiendo en una alternativa muy interesante, debido principalmente a sus atractivos precios. “Ahora hay compañías españolas que ofertan cruceros con buques más pequeños y con un solo itinerario. Esto ha hecho que bajen los precios y salgan ofertas muy buenas”, comenta Gema Martínez, de viajes Soho.

Mediterráneo, Caribe, Noruega y norte de Europa, Islas Griegas o Egipto. No sólo importa el destino, también el disfrutar del viaje a bordo. Estos grandes barcos no sólo están dotados con las mejores instalaciones, sino que además ofrecen amplios programas de actividades para niños y adultos que hacen que la estancia sea más placentera. “Es un viaje en el que resulta imposible equivocarte. Si quieres puedes visitar diferentes lugares y, si no, disfrutar de la vida a bordo”, señala Yolanda Serrano, de viajes Marfil.

Viajes “diferentes”

Aunque son muchos los que pasan su luna de miel a bordo de un barco, principalmente son parejas en torno a los cincuenta años los que se decantan por estos viajes. “Son personas que no están acostumbradas a viajar demasiado y que deciden disfrutar pero con calma. En el barco además conocen gente y lugares y no tienen problemas con el idioma”, comentan desde Soho.

Si está interesado, no se descuide. Las agencias ofrecen variados descuentos si se reserva un crucero con anticipación.

Para los que buscan otro tipo de emociones, en el mercado existen ofertas de lo más variopintas. Así, desde viajes Marfil nos cuentan que existe la posibilidad de recorrer Amnsterdam a bordo de un velero, subir al campamento base del Everest, realizar travesías polares, recorrer Marruecos y dormir en los campamentos de bereberes y tuaregs o conocer Madagascar nada más y nada menos que a bordo de un camión. “Es un turismo muy raro que por lo general demanda gente que ha viajado mucho y que se realiza durante todo el año”, explica Yolanda Serrano.