Tudela

Dignidad

A veces la vida te sorprende y llegan por sorpresa personas que devuelven la esperanza. Son fiestas. El cohete ya anuncia unos días de luces. En tanta oscuridad, hacen falta personas que prendan la mecha de la dignidad. Estos días, gracias a ellas, caminará con rumbo a su destino, ese mismo autobús que temimos perder.

Mientras suenan charangas, mientras las calles huelen a amistad, a verano, a Revoltosa, a rojo y blanco, el Autobús de la Vida seguirá circulando con mujeres y hombres luchando por salir adelante. Hubo quien quiso recortar quitándole las ruedas. Pero hubo rebeldía y solidaridad haciendo posible lo imposible. Y ahí sigue, con dos viajes diarios y gratuito. Hay motivo de fiesta.

Cuando quieran aguarla, sabemos el camino. No es cruzarse de brazos. No es lamentarse solo. Es unir fuerzas con ingenio y generosidad afrontando la adversidad. A los recortes se les responde con dignidad. Esa dignidad que ha hecho posible que el autobús interhospitalario siga funcionando en las condiciones de siempre. Es hora de recuperar la esperanza. Tenemos motivos para brindar estas fiestas.

¡Juantxo, va por tí!