Alfaro

Día mundial del Asma

El pasado viernes, 2 de mayo, la Organización Mundial de la Salud celebró el Día Mundial del Asma bajo el lema “Puedes controlar tu asma”. El asma es una enfermedad crónica caracterizada por la inflamación del tejido bronquial que da lugar a episodios de insuficiencia respiratoria que son reversibles con la medicación adecuada.

En Navarra padecen esta enfermedad unas 40.000 personas de las que 2.000 son niños y niñas (aproximadamente, entre el 7% y 8% de la población menor de catorce años).

El asma es una enfermedad cuya incidencia viene registrando un incremento en países desarrollados. Las causas son dos. En primer término por el aumento de las agresiones medioambientales por la mayor contaminación del entorno urbano. La segunda razón radica en que, en los países desarrollados, el organismo humano está más protegido frente a otras enfermedades por razón de las vacunas, y el sistema inmunológico reacciona con mayor facilidad ante otras agresiones, como las ambientales.


En los niños muy pequeños, el asma está generalmente provocada por infecciones víricas, aunque no todos los síntomas característicos (silbidos respiratorios, tos, etcétera) son siempre debidos al asma, ya que puede tratarse de catarros u otras afecciones de las vías respiratorias. En los niños mayores, a partir de los 8-10 años, el asma está provocada en mayor medida por alergias, por exposición a ácaros, polvo o pólenes, entre los casos más frecuentes, aunque también son alergenos el pelo de animales domésticos, hongos y alimentos.

El asma es una enfermedad con una fuerte determinación genética por lo que es frecuente que se dé en personas con asmáticos en su entorno familiar, y está frecuentemente asociada a la alergia, aunque un 25% de asmáticos no lo son por alergias.


En Navarra, la experiencia clínica, indica que en la zona norte, más húmeda y próxima al mar, tienen mayor prevalencia las alergias provocadas por ácaros, mientras que en la zona sur, esta incidencia es menor y las alergias se deben en mayor medida a los pólenes.


El tratamiento tiene una parte preventiva, en la que se debe mantener al afectado alejado de fuentes que le provocan la alergia. Los medicamentos aplicables en las crisis se administran mediante inhaladores y carecen de efectos secundarios, aunque el paciente debe llevarlos consigo porque la aparición de la crisis de insuficiencia respiratoria puede ser brusca e inesperada, cuando se entra en contacto con un alergeno.


Este tratamiento de las vías respiratorias puede complementarse con inmunoterapia (vacunas específicas para ciertas alergias) en ciertos casos y siempre que los alergólogos lo consideren oportuno.