En el último Pleno ordinario celebrado este por la corporación cirbonera en funciones, la alcaldesa Raquel Garbayo despedía de forma oficial a toda la corporación y en especial a los siete ediles que no continuarán en esta próxima legislatura: el teniente de alcalde Javier Igea, la concejala Cristina Chivite, ambos de UPN, los socialistas Jaunjo Sesma y Natalia Martínez, los dos concejales de APC Javier Acarreta y Gregorio Francés, y la concejala Ruth Navascués del PP que en estas elecciones sólo obtenía 103 votos por lo que perdía la concejalía obtenida en las anteriores elecciones.
A todos ellos dio las gracias Garbayo destacando su trabajo desinteresado por el pueblo. Algunos de estos concejales, caso del portavoz socialista Juanjo Sesma y su compañera Natalia Martínez destacaron sus 12 años consecutivos trabajando tanto en el gobierno municipal como en la oposición con “momentos buenos y otros muy duros”.
Gregorio Francés de APC enumeró una serie de asuntos que deberán acometer los que entran a formar parte del Ayuntamiento entre las que señaló: revisión del Plan Urbanístico, cobrar las cuotas de urbanización y electrificación del polígono industrial, resolver el problema de la empresa municipal de servicios, actualizar el catastro y recuperar el 1.015.000 euros que se adeudan al Ayuntamiento por impagos de morosos, proponiendo publicar sus nombres, y deseando suerte y acierto a los nuevos concejales.
Aprobada una venta
Texto En otro orden de cosas y con la abstención de los dos ediles de APC se aprobaba por mayoría absoluta la autorización de venta de una nave del polígono industrial propiedad de un grupo bancario, a una empresa interesada en la misma, un asunto “urgente”, según la alcaldesa.
