Tudela

Descubierto un cofre de reliquias en la Catedral de Tudela

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El pasado día 9 de Enero de 2008, con motivo de la apertura de la puerta del Sagrario del Retablo del Altar Mayor de la S.I. Catedral de Tudela para su uso cultual, apareció de manera inesperada un segundo fondo en profundidad del sagrario. Una vez abierto, se encontró un arca de madera, cubierta de placas de marfil. En uno de sus frentes una inscripción que dice “Cofre 7”. Antes de pasar a su descripción, habrá que situar y recordar que:En 1489 se formalizan con Pedro Díaz de Oviedo las capitulas para la construcción del Retablo Mayor de la Colegial. Se consagra en 11 de junio de 1494, por el Obispo Guillermo, Vicario de Tarazona en Tudela. Es el mayor retablo gótico de Navarra, con 16,10 m de alto y 8,7 m de ancho.En 1612 (14 de junio), Juan de Lumbier pintó el sagrario del Altar Mayor. El mismo que en el retablo Mayor doró y encarnó la Virgen de la Asunción y los ángeles que la rodean, obra de Juan Bascardo.

En 1766 (9 de junio) los maestros escultores José Ortiz, mayor y menor reciben del Cabildo un plazo de 80 ducados por la hechura del tabernáculo, sagrario, frontal y cornucopias del altar mayor, que se había ajustado en 522 ducados.En 1767 (13 de junio) José Albelda recibe 95 ducados por once mil panes de oro empleados para dorar la obra citada.En 1771 (23 de abril) el Cabildo da 35 pesos fuertes, como pago de la efigie de San Agustín que se colocaba en el tabernáculo del altar mayor.Hay pocos datos acerca del sagrario del Altar Mayor y nunca se ha hecho referencia a su ejecución, forma y contenido, ni se ha investigado el interior.

Recientemente, en noviembre del año 2000 se inició el proceso de desmontaje del retablo para proceder a su restauración. Se desmontó, se despiezó, se trató toda la mazonería. En noviembre de 2002 el Gobierno de Navarra edita un libro “El retablo mayor de Tudela. Historia y conservación”. La publicación, magnífica en todos sus aspectos, trata ampliamente los procesos de restauración del mismo. Se desmontan los elementos del anverso, luego las polseras o guardapolvos, etc. Sin embargo, nada se dice del sagrario. Seguramente, se desmontó el sagrario del retablo, se trató, se restauró el exterior y de nuevo se volvió a colocar en su sitio, sin analizar su interior.

En el siglo XX, durante muchos años estuvo expuesta una especie de altarcito con varios nichos o aparadores que, probablemente, servía para tener y conservar las arquetas con reliquias, de la que, la encontrada en la actualidad, sería la número 7. Los restos ornamentales eran de factura arábiga. Algunos restos de la credencia se conservan en el depósito del Museo de Navarra y un fragmento se exhibe actualmente en el claustro de la Catedral de Tudela. Se conservan fotografías y alguna publicación en la Revista Príncipe de Viana que manifiesta la presencia en los claustros de las antedichas credencias. En primer lugar hay que señalar que el cofre se puso en el sagrario no antes del año 1929, ya que el envoltorio de alguna pieza de las encontradas en su interior, así nos lo indica.El cofre pasó a disposición del Museo de Tudela para su estudio e inventario, fruto de esta investigación se aportan los siguientes datos alusivos al contenido del hallazgo: La arqueta tiene forma de cofre, dividido en dos cuerpos. El inferior tiene forma de prisma que mide 21,5 x 8,5 x 11,5 cm. La parte superior unida al inferior por dos bisagras pequeñas, constituye la cubierta o tapa, con forma trapezoidal, cuyas medidas son 21,5 x 4 x 11,5 cm. En su frente, de manera centrada tiene una cerraja de hierro muy deteriorada, con una bocallave. La pieza se realizó en madera, forrada en su interior con tela de tejido burdo muy antiguo, pendiente de determinar su fecha. Al exterior casi todo el cofre está cubierto de placas de marfil y trabajos de taracea aunque no se han conservado en su totalidad. El cuerpo inferior tiene dos franjas de marfil de 21,5 cm. y en el centro una serie corrida de incrustaciones o taracea en colores rojo, verde, negro y blanco, de formas cuadradas dispuestas en uno de sus vértices. En su interior destaca la decoración geométrica de marfil con estrella central de 8 puntas. En su frente una cerraja metálica, centrada constituye su cerramiento. La base inferior del cofre en su parte exterior está forrada en madera bicolor amarilla y negra.