Tudela

Cunchillos rinde homenaje a su maestro don Juan José

Impartió clase solamente durante un año, en el curso 1958-1959, pero a Juán José Sierra López le bastó para dejar una huella profunda en las vidas y el recuerdo de sus alumnos. Ahora, medio siglo después, medio centenar de personas se han reunido en el antiguo pueblo de Cunchillos, hoy un barrio más de Tarazona, con el que fue su profesor.

Un maestro revolucionario

La jornada de homenaje comenzaba con una misa en la que se leyeron unas líneas en agradecimiento a la labor del docente durante aquel curso, con mención especial a los alumnos ya desaparecidos. Posteriormente, se celebró una comida en medio de un ambiente de alegría y nostalgia compartidas. Tras los postres, a don Juan José se le hizo entrega de diversos objetos: una orla enmarcada de una foto antigua de aquella clase, una placa conmemorativa y un ramo de flores para su esposa. Después fue el propio don Juan José quien se dirigió a los asistentes y declaró que "el curso que viví aquí fue el más intenso de mi carrera. Tenía la corazonada de que iba a volver a encontrarme con mis alumnos y es como un sueño. Lo que no me imaginaba es que me iba a emocionar tanto". El momento más emotivo del acto vino justo después, cuando se repitió la foto de grupo que hace tantas décadas sacó el maestro con su antigua cámara.

Durante el curso de Juan José impartió clases en Cunchillos, el joven maestro, de tan solo 20 años, cambió radicalmente el estilo de enseñanza en la escuela. Sus métodos modernos, severos pero humanos al mismo tiempo, dejaron aparcados el rancio sistema autoritario vigente en la época, potenciando las capacidades de sus alumnos y permitiendo que muchos de ellos siguiesen sus estudios en el instituto, algo no muy frecuente en aquellos años. También extendió su labor docente a clases nocturnas para los adultos, dejando así una huella indeleble en los corazones y las memorias de aquel grupo de niños y mayores que, medio siglo después, han querido agradecérselo con este homenaje.