Con el calor nos despojamos de las prendas y es entonces cuando nos percatamos de los estragos que ha hecho en nuestro cuerpo el invierno; piel seca, manos y pies con durezas y grietas, kilos de más, celulitis... Es un buen momento para ponerse manos a la obra. La constancia y las manos y tratamientos de un buen profesional de estética nos ayudarán decisivamente.
En invierno la piel se engrosa y por tanto hay que pulirla para el verano. Le exfoliación es imprescindible antes de recibir cualquier tratamiento anticelulítico, reafirmante, de hidratación, etc.
Los pies suelen ser, por lo general, los grandes olvidados a la hora de los cuidados corporales, a pesar del gran estrés al que los sometemos a lo largo del día. A veces nos olvidamos de que aguantan todo el peso de nuestro cuerpo, de que en invierno van siempre encerrados en el calzado.
Sin embargo, con una buena pedicura realizada por un profesional y posteriores cuidados sencillos en casa, podemos lucirlos bonitos durante todo el año.
