La oposición vecinal a las contribuciones especiales que había marcado el Consistorio para las familias que residen en 4 calles de la villa que van a ser arregladas, ha hecho finalmente que el pleno de Cortes se retracte. Las obras de abastecimiento y saneamiento de las citadas calles tiene un presupuesto de 1,4 millones de euros que serán sufragados en un 70% por el Ejecutivo Foral y en un 30% por el Consistorio. El desacuerdo residía en la forma de financiar ese 30% del gasto que corresponde al municipio. Finalmente, será aportado íntegramente por el Ayuntamiento y no entre éste (en un 30%) y los vecinos (en un 70%), como se había acordado en el anterior pleno con los votos de UPN y PSN.
Así quedó aprobado en el pleno de este pasado lunes, en que el salón se quedó pequeño para acoger a la multitud de asistentes que aprovecharon para hacer presión ante los grupos. El PSN, que llevó una nueva propuesta a la mesa, en la que se invertían los porcentajes (el ayuntamiento pagaría el 70% y los vecinos el 30%) se quedó sólo ante el resto y votó en contra de la propuesta del resto que es la que finalmente se aprobó, con los votos de UPN, CET y CIC.
Negociación a la vista
El alcalde, Javier Blasco, explicó así su oposición a que todos los gastos corran por cuenta del Consistorio: “es discriminatorio para con el resto de los vecinos”.
En cuanto al otro tema que mantenía en vilo a la villa estos últimos días, parece que la negociación está más cerca. Así, después de varias movilizaciones protagonizadas por la plantilla, la última de ellas ante el pleno de este lunes, el gerente de la residencia, en manos de la empresa Gestión Asistencial La Ribera, ultima un nuevo Plan de Viabilidad que, según adelantó Blasco, “incluye varias plazas concertadas, lo que posibilitará reducir los despidos”. En cuanto se ultime dicho plan podría iniciarse la negociación con el sindicato ELA y la plantilla.
