“Me hace gracia cuando me dicen: ¡Ay!, ¿de Corella es usted? Del pueblo del presidente. ¿Y qué me quieren decir con eso?, ¡Para lo que hace por su pueblo!” Con estas palabras se introduce en la conversación uno de los jubilados de Corella con los que mantuvimos una entretenida charla, en relación a la situación presente y futura de la ciudad del Alhama, en la sede del club ribero. No obstante, los protagonistas prefirieron no revelar su identidad. Sólo por una cuestión de armonía y de buena convivencia en su pueblo.
Sus reivindicaciones
En esencia, para este grupo de corellanos, la ciudad del Alhama (7.621 habitantes) corre el riesgo de quedarse atrás. Consideran que la política de enfrentamiento continuo que mantienen los grupos políticos municipales no repercute sino negativamente en la evolución y desarrollo de un pueblo que está siendo testigo del crecimiento experimentado por otros, como Cintruénigo, “donde sí existe unión, y gracias a la buena gestión de Fau“ (en referencia al alcalde de Cintruénigo, Faustino León). “Mucha gente de Corella se ha marchado a vivir a Cintruénigo porque se están dando facilidades para acceder a la vivienda”, comenta uno de los ancianos, al tiempo que duda unos instantes antes de valorar la legislatura que termina y en la que el grupo socialista de Corella ha gobernado en coalición con ACI, tomando relevo al mandato regionalista. Después continúa: “da igual unos que otros. Los políticos son como los futbolistas. Deberían ponerse un sueldo base para que así se preocupen de verdad por los problemas de sus pueblos”. Uno de sus compañeros de mesa puntualiza: “Con los otros (por UPN) íbamos bastante mejor porque el presidente era del mismo partido. Estos son contrarios y por eso desde el Gobierno de Navarra se han reducido las ayudas. Así harán lo menos posible”, comenta.
“A mis 83 años lo único que quiero es paz, tranquilidad y unión. Que no se enfrenten los unos con los otros”, dice otro jubilado.
Básicamente, estos miembros de la Tercera Edad de Corella reivindicaron por la promoción del vino y la agricultura, ya que, “éramos un pueblo 100% agrícola y hoy en día la agricultura está muerta. Pudimos ser la ciudad de los ajos y del vino y ya no somos nada. El Consejo Regulador ha hundido nuestra bodega”, comentan.
“Actualmente Corella vive de la poca industria que tiene, por ello es vital que amplíen el Polígono Industrial. A lo mejor venían empresas nuevas a instalarse y eso siempre es riqueza”, añade otro.Sin embargo, lejos, se temen los ancianos, queda todavía esta ampliación, como creen que lo está también la construcción de la variante. Si en las elecciones vuelven a ganar los que están, la variante irá para atrás como pasó con una piscina cubierta, que estaba en proyecto cuando los socialistas obtuvieron el mandato y de la que, a partir de ahí, nunca más se supo”, asegura uno de los corellanos.
