Cómo y cuándo regar
Son innumerables los trucos que se conocen y que tienen aplicación en jardinería. Sin embargo no todos resultan efectivos y mucho menos prácticos. En esta página hemos seleccionado varios relativos a cuestiones básicas en el cuidado de las plantas como el riego o la conservación de una flor recién cortada en un jarrón de nuestra casa.
Para ahorrar agua
Para saber si hay que regar o no tus plantas en maceta, introduce el dedo en la tierra y comprueba si está húmeda. Recuerda que con el riego tenemos que tener cierto cuidado, siempre es mejor quedarse corto que pasarse. El exceso produce pudrición y cuando esto ocurre, en la mayoría de ocasiones, ya no hay marcha atrás. Si nos encontramos con esta situación, podemos recurrir a un truco para intentar recuperar una planta excesivamente regada: debemos sacar con cuidado el cepellón del tiesto y envolverlo en varias capas de papel de cocina absorbente. Lo dejamos así durante 24 horas y si se empapan las hojas, poner otras nuevas. Finalmente, volvemos a meter la planta en la maceta y no la vamos a regar en varios días.
En cuanto a la temperatura del agua, para regar tus plantas de interior, es bueno llenar la regadera por las noches, de esta manera, el agua estará a temperatura ambiente cuando riegues por la mañana. Recuerda que el agua muy fría es perjudicial para muchas especies, sobre todo, aquellas que son tropicales.
El aspecto de las macetas
El suelo se debe dejar secar moderadamente entre riegos para favorecer que las raíces busquen agua en profundidad y así se hagan más resistentes al riego escaso o nulo.
El riego por la madrugada o al atardecer es la mejor elección, ya que se produce menos evaporación y la planta la absorbe mejor. Sombrea las especies más sensibles al calor. Cubre el suelo con plantas, consigue sombras con los árboles y trepadoras. Agrupa las plantas por su demanda de agua: alta, media o poca necesidad. En el borde del césped en aconsejable plantar las que más la necesiten. Coloca acolchados en la base de las plantas para evitar la evaporación, como por ejemplo, cortezas de pino, paja, mantillo, hojas, áridos y gravas, etc.
Luz en interior
Las macetas, con el tiempo, suelen coger mal aspecto por las manchas de cal que aparecen en su superficie. Una forma sencilla y ecológica de quitar estas manchas es frotándolas con un poco de arena fina. Por otro lado, si no te gusta el aspecto nuevo que tienen las macetas de la terraza o el jardín y quieres darle un toque más rústico y envejecido, puedes hacer que se carguen aparentemente de años pintándolas con yogur natural. Verás como la paredes externas de las macetas se cubren en poco tiempo de musgo y algas. Este procedimiento puede servir lo mismo para las macetas de barro que para las de piedra u hormigón.
