Después de quedar arrasado por las cuatro crecidas que registró el Ebro durante febrero, el mazón que defiende al término del Ortigoso del río comenzó su reconstrucción la pasada semana. Era el punto más crítico, por el que el río se había colado tras llevarse más de cien metros de la mota y que provocó que el Ebro creara un nuevo cauce anegando durante un mes 700 hectáreas de frutales, hortalizas, cereales y choperas, además de dañar caminos, regadíos, casillas y otras infraestructuras agrarias.
Tras la aprobación del Gobierno de España de las ayudas para paliar los daños, decreto por el que llegan 3,6 millones de euros a La Rioja, la empresa Tragsa, vinculada al Ministerio de Agricultura, comenzó por este mazón los trabajos de reconstrucción de las defensas dañadas. Después, continuará por las de otros términos como el Estajao o La Roza para seguir por las localidades de Rincón de Soto y Alcanadre.
Valorando “la celeridad y coordinación” en los trabajos para recuperar la normalidad en las zonas afectadas, el presidente del Gobierno de La Rioja, Pedro Sanz, y la alcaldesa Yolanda Preciado, visitaron la pasada semana la zona de los trabajos de reconstrucción del mazón. Ahí, Sanz subrayó que el Gobierno de La Rioja aporta a la del Ejecutivo central una partida complementaria de 3,9 millones de euros para llegar a todos los damnificados por las crecidas.
Con las partidas de ayudas ya dispuestas, los afectados deben presentar sus expedientes de solicitud ante las oficinas de atención al ciudadano del gobierno de La Rioja. Por igual, el Ayuntamiento de Alfaro presentará un informe con los daños en caminos y los sindicatos de regantes en las infraestructuras de regadío y agrícolas, que son indemnizables al cien por cien.
