El primer signo de que las fiestas de la capital ribera están cada vez más cerca ya ha podido verse en algunas calles de la localidad, puesto que ya ha dado comienzo la colocación del vallado del encierro.
La brigada municipal es la encargada de este menester que empieza a realizarse al inicio del mes de julio con un total de veinte empleados, a los que se unirán diez personas más a partir del día 15. Del 22 al 30 este servicio aumentará en otras 20 personas, por lo que durante las fiestas la brigada estará compuesta por 50 trabajadores.”Se coge gente extra estos días porque, además de montar y desmontar todos los días el vallado, hay que cambiar también los escenarios, entre otras cosas”, señalaba el edil de Festejos, Fernando Inaga.
Gradas
El recorrido del encierro está formado por un vallado doble que consta de un total de 3.600 tablones (2.750 la parte interior y 850 en el que se coloca el público) y 1.067 pilastras (605 el de dentro y 462 el exterior). Todo se guarda, el resto del año en el silo, donde hay material de repuesto. “El año pasado no, pero recuerdo que hace un par, una vez acabadas las fiestas se hizo el recuento y habían robado trece o catorce tablones y alguna pilastra”, reconocía el concejal.
El recorrido volverá a contar con gradas, aunque no se ampliarán nuevamente tal y como se hizo en 2009 visto el éxito del año anterior. Estarán situadas “entre el patinódromo y el parque de Otoño, en la calle Baquero Jacoste, en Añón Baigorri y en la bajada al callejón”, confirmaba Inaga. Pueden albergar entre 800 y 1.000 personas.
