Prendas divertidas y lle- nas de color, tejidos muy ligeros y cómodos para que estén a sus anchas y mucha originalidad y fantasía para que sean los más admirados. Las tendencias más desenfadadas e informales se combinarán con las piezas de siempre. Los clásicos buzos, vestiditos, faldas y pantalones de toda la vida convivirán esta primavera-verano con estilos más atrevidos y rompedores. Y es que, cada vez más, los peques saben lo que les va bien y quieren presumir e ir a la última. Así que, para todos ellos y ellas la tendencia de esta temporada es de lo más variada.
Una amplia gama de colores con formas florales y geométricas marcan la moda primavera-verano 2007. Predominan los colores más vivos y ácidos, aunque también se da cabida a dorados y plateados, tonalidades hasta hace poco impensables para los más pequeños.
Como tónica general, podemos decir que las prendas más adolescentes llegan también a la moda infantil y, en cuanto a tejidos, siempre muy ligeros y cómodos como el lino, aunque se apuesta muy fuerte por el jean, tanto en su versión usado o lavado como en la más tradicional.
Para los bebés destacan, por ejemplo, las camisetas más frescas de colores muy vivos, y motivos frutales con detalles en vaquero. Para los más mozos y mozas, las telas muy naturales y frescas, prendas muy originales, divertidas con colores ácidos y camisetas con mensajes llamativos. Para ellos, los naranjas, azules, verdes y cremalleras o tiras adornando las prendas. Ellas estarán muy guapas con estampados en flores, volantes, topos y mucho pistacho y rojo.
Los chicos tienen a su disposición una versión más adolescente, más popera, con pantalones caídos y toda la gama de prendas urbanas e informales. Ellas tendrán su versión en pitillos y pantalones que se ajustan muy bien a la silueta. Faldas cortas y vestidos con cintura alta, drapeados, plisados y fuelles pegarán fuerte esta primavera-verano.
Ellos estarán muy guapos con un vaquero desgastado conjuntado con un camisas estampadas o camisetas de alegres colores. Ellas se gustarán mucho con camisa blanca muy trabajada con puntillas, bordados o calados y pantalón o falda con alguna piedra de fantasía.
