Colabora Birmania hace un llamamiento para evitar un levantamiento como el de 1988

Grave situación en birmania por la toma del poder por los militares.
Birmania
photo_camera Grave situación en birmania por la toma del poder por los militares

El pasado lunes, el Ejército tomó el poder de Birmania y proclamó el Estado de Emergencia durante un año, arrestando a Aung San Suu Kyi (líder 'de facto' del país y premio Nobel de la Paz), y otros políticos del LND (Liga Nacional para la Democracia). 

Denuncian el fraude electoral en las pasadas elecciones de noviembre, sin presentar evidencias en unos comicios en los que el partido de la arrestada obtuvo una contundente victoria con más del 80% de votos.

Una semana después, miles de civiles marchan por las calles de las principales ciudades

con proclamas en favor de la democracia. Se niegan a retroceder los tímidos pasos recorridos en los 10 últimos años de transición democrática.

La Fundación Colabora Birmania, que lleva en la frontera tailandesa trabajando desde hace más de 10 años en favor de refugiados y desplazados birmanos a este país, teme que estas protestas contra la toma del poder militar puedan desembocar en otro episodio sangriento como ocurrió en el “levantamiento del 88”, cuando monjes, miembros de minorías étnicas y población en general, fueron violentamente reprimidos por el Ejército después de que un grupo de generales tomara el poder en otro golpe. 

En aquel levantamiento fallecieron más de 3000 manifestantes y miles más fueron encarcelados o incluso obligados a huir al exilio durante décadas.

Están ocurriendo hechos muy preocupantes como el bloqueo de comunicaciones, el arresto de periodistas y líderes políticos de la oposición. La indignación de miles de personas proclamando la democracia de su país es el eco de lo que antecedió a la respuesta violenta por parte de la Junta Militar en 1988” explican desde la Fundación.

La realidad es que, 33 años más tarde, el país sigue profundamente dividido por etnias armadas y en cuestiones religiosas. Millones de personas pasan hambre y las consecuencias de que las manifestaciones puedan tornarse violentas pueden ser catastróficas.

La Fundación Colabora Birmania, insta a la Comunidad Internacional a presionar para evitar otra masacre, y que se cumplan los derechos civiles fundamentales cuando ya ha comenzado la escalada de violencia en las calles para hacer callar las manifestaciones.