La lluvia concedió una tregua a los Amigos de Santa Quiteria, el pasado día 22, permitiéndoles cumplir una año más con la tradicional romería a la ermita tudelana, construida hace 29 años y sobre la que existe una bonita leyenda. Según la misma, una niña enferma de rabia quedó curada tras pernoctar una noche en la ermita de Santa Quiteria y desde entonces se mantiene la creencia de que las personas y animales que se postran ante la imagen de la santa quedan librados para siempre del mal de la rabia.
La Cofradía tudelana Amigos de Santa Quiteria, presidida por José Luis Riega e integrada por unos 650 socios, se esfuerza año tras año por mantener esta tradición en la capital ribera, ligada a los bollos de pan con chorizo, a los cordones y estampas de Santa Quiteria que en esta ocasión no faltaron tampoco en el entorno de la ermita.
Cientos de tudelanos se acercaron hasta allí y dieron cuenta de 1.300 bollos, bien regados con vino tinto.
La venta de estos tradicionales bollos al precio de 1 euro, a los no socios de la cofradía, permitirá seguir manteniendo y conservando no sólo el templo, sino la fiesta de Santa Quiteria.
