Tudela

Cinco vicios adquiridos al volante que comprometen tu seguridad

No estás solo en la carretera

Sin ser conscientes de ello, a veces, los conductores realizan una conducción muy egoísta. ¿Cuántas veces han creído que el carril izquierdo es solo para ellos, han hecho rectas las glorietas o han cambiado de carril sin poner el intermitente provocando el enfado del conductor que les seguía? Hay que mantenerse en el carril más a la derecha posible; en las glorietas hay que girar correctamente y, por supuesto, marcar cada uno de los movimientos con los intermitentes. No pasa nada si se pasa de salida. Mejor volver a hacer una vuelta completa que provocar un accidente.

¿Hace cuánto que no compruebas las luces?

Las luces delanteras y traseras no solo sirven para tener una mejor visibilidad, sino también para ser visto. Deben estar bien reguladas, evitando deslumbrar al coche que cruza; deben funcionar todas para no despistar al resto de conductores y se deben encender no solo por la noche sino en condiciones de poca visibilidad, como en los días con el cielo cubierto.

El móvil, siempre con manos libres

Lo de llevar el móvil a la oreja aunque sea un segundo está prohibido, así que si se necesita cogerlo, siempre con un ‘manos libres’. Y, por supuesto, nada de sucumbir a la tentación de mirar las alertas que generan las aplicaciones de mensajería instantánea, los correos o las redes sociales mientras se está dentro del coche.

Si vas a conducir, mejor una “sin”

Aunque siempre se dice que dos cervezas o dos copas de vino no dan positivo, si se va a conducir tolerancia cero. Se recomienda no beber absolutamente nada antes de ponernos al volante. Hay que estar con todos los sentidos puestos en la conducción.

La carretera no es un rally

La falta de paciencia y el mal uso de los carriles por parte de otros hace que muchos conductores se tomen la libertad de realizar adelantamientos de forma más que peligrosa: por la derecha, superando líneas continuas, a la entrada de una curva o en el interior de glorietas. Toda precaución al volante es poca por lo que hay que mantener la calma y tener paciencia en caso de toparnos con un mal conductor. Es posible que se llegue al destino algo más tarde de lo que se pretendía, pero se llegará sin comprometer la seguridad del conductor ni la de los que le rodean.