La afición de medio centenar de alfareñas se convierte en una salvación para miles de enfermos de Hanseniase en La India. Por cuarto año consecutivo, la Asociación de Mujeres de Alfaro (ADEMA), con la colaboración de la de Viudas San Ezequiel Moreno, va a enviar más de 5.000 vendas de algodón elaboradas a mano a las leproserías de Calcuta.
Como conocieron gracias a la conferencia que la especialista en enfermedades tropicales Antonia López ofreció el año pasado, las vendas cien por cien algodón son todo un lujo para los enfermos de lepra, pues son muy difíciles de encontrar a pesar de ser más que necesarias para curar las mutilaciones y evitar que surjan úlceras que compliquen todavía más su vida. Y la diferencia entre las comerciales y las confeccionadas a mano es que, después de hervirlas y lavarlas, pueden ser reutilizadas una y otra vez.
A punto de aguja, la elaboración de cada venda supone muchas horas de dedicado trabajo. Y a ello se dedican decenas de mujeres alfareñas en sus hogares, siempre teniendo en cuenta que es importante que haya de distintos tamaños, pues es una enfermedad que afecta a todas las edades y a los distintos miembros del cuerpo, desde vendas pequeñas para dedos a grandes para piernas. “Elaborar una venda grande, de hasta 70 centímetros de longitud, puede llevar más de diez horas”, describe María Jesús Galán, presidenta de ADEMA.
Tras cientos de horas de labor, ADEMA ha recogido más de 5.000 vendas que viajarán en agosto a Calcuta a bordo del contenedor de medicamentos y productos necesarios organizado por el Taller de Misiones Virgen del Cortijo de Murillo de Río Leza. Y no sólo viajan vendas alfareñas, sino que ADEMA se ha erigido en un canalizador de las vendas que personas y grupos de toda España les envían para que las hagan llegar a su destino.
