Los vecinos de Tudela se vieron sorprendidos el pasado día 10 por el cierre de la calle que une Díaz Bravo con la Glorieta Merindad de Pamplona, conocida como la zona del Puente Mancho, y que habían podido disfrutar desde hace casi tres meses. Durante la jornada anterior, varios operarios instalaron unas vallas en ambos extremos de la vía, así como en el parque infantil ubicado en la trasera de Capuchinas y en las calles adyacentes a la misma. “Me imagino que será un cierre largo porque echaron cemento en las vallas -explicaba Ramón Moreno, comerciante de la zona-. Esto provocó, porque nadie avisó de ello, el caos total al día siguiente ya que había mercadillo y la gente se había acostumbrado a aparcar en esa zona”.
Algo similar ocurrió con la iluminación. “La encendieron durante dos o tres semanas y un poco antes de colocar las vallas la apagaron de nuevo”, explicaba Moreno.
Desde el Área de Urbanismo han informado de que la obra de esa calle todavía no ha sido recibida por el Ayuntamiento, ya que se están realizando los últimos retoques. “Hasta que no se reciba, la responsabilidad es del urbanizador, en este caso la Junta de Compensación del Queiles, y todos los destrozos que puedan ocurrir corren de su cuenta. Así que yo creo que ha sido una decisión de la empresa el cercar la obra para proteger lo que es mobiliario, parques, etc., para evitar que se retrase más la recepción, que se realizará en breve, en unos quince días”, admitía Ana Iturre, directora del área.
