Casi 2.000 riberos ya ultiman los preparativos para una nueva peregrinación a Javier, una cita obligada para muchos y usada como motivación o reto personal por otros y muy arraigada en la comarca.
En concreto, saldrán 28 grupos, 8 de ellos procedentes de Tudela y 20 del resto de municipios (Ablitas, Barillas, Fontellas, Fustiñana, Buñuel, RIbaforada, Cadreita, Corella, Cascante, Cabanillas, Cintruénigo, Murchante, Fitero y Cortes). La pasada semana ha servido a muchos para acabar su puesta a punto con entrenamientos.
Manuel Díaz, coordinador de las Javieradas, destaca la "gran tradición de peregrinaje de la Ribera". "Es una zona que goza de mucho arraigo. Al menos en lo que respecta a los grupos adheridos a la coordinadora, se tramitan una media de 700 pases para dormir en Cantolagua (Sangüesa)", afirma. No obstante, advierte un "ligero descenso" de peregrinos llegados desde el sur de Navarra con respecto a otras ediciones. La peregrinación a Javier no sólo se vive en Navarra. "La Rioja y Madrid son otras zonas desde las que parten muchos fieles", comenta Díaz.
Año jubilar
En 2015, la Javierada espera ser una edición especial, ya que la Diócesis va a solicitar a Roma que se declare año jubilar con motivo del 75 aniversario de la celebración. "Sería un aliciente muy importante para mucha gente", explica Díaz, quien prevé que "los peregrinos se multiplicarían".
