El alcalde de Tudela, Luis Casado, expuso al consejero de Políticas Sociales del Gobierno de Navarra, Iñigo Alli, la situación que vive el ayuntamiento de la capital ribera en lo que a ayudas sociales se refiere, trasladándole que quizás era necesario un cambio de rumbo en la financiación del ejecutivo.
Durante el encuentro que supuso la firma de los acuerdos de financiación del ejecutivo foral a las mancomunidades riberas de Servicios Sociales de Base, Casado transmitió al consejero que desde el consistorio se han visto obligados a “doblar las ayudas a la alimentación” y le pidió “una reflexión sobre las razones que están llevando a este extremo”. “Precisamente en un año en el que el paro y el riesgo de exclusión social son menores en conjunto en la Ribera, nos encontramos con esta paradoja”.
Casado añadió además que “los trabajadores sociales de Tudela están saturados”. “Creo que, de alguna forma, habría que darle la vuelta al tema de la financiación por parte del Gobierno”, añadió el primer edil de la capital ribera.
Esta petición, que se dio de forma cordial y tras la petición del propio consejero de recibir sugerencias e inquietudes a los representantes de las mancomunidades, llega pocas semanas después de la declaración institucional de todos los grupos municipales de Tudela sobre la delicada situación socioeconómica de la comarca.
En ese sentido, Alli respondió que no podía negar que ha habido un incremento de familias que lo pasan mal en Navarra, aunque celebró “los datos de organismos independientes que sitúan a Navarra sólo por debajo de regiones de Suecia o Noruega en cuanto a desarrollo social”.
Por su parte, el director general de área, Mariano Oto, explicó el proyecto de creación de una mesa de trabajo conjunta en la que entrarían organizaciones como Cáritas o Cruz Roja, instituciones e incluso empresas para trabajar en “ofrecer la mejor atención posible en ayudas a a la alimentación y desde los Bancos de Alimentos”.
La ‘prueba piloto’ de SanAdrián como ejemplo
Ante la exposición de Luis Casado, el consejero Alli nombró una ‘prueba piloto’ que se está realizando en localidades pertenecientes a la Mancomunidad de Servicios Sociales de Base de San Adrián. Concretamente, el nuevo proceso de tramitación de peticiones de ayudas a la alimentación exige el libro de familia y un justificante de empadronamiento. De esta forma, se ha pasado de recibir 1.700 peticiones semanales a 800. “Había unidades familiares que duplicaban su petición. Ahora se ha logrado un reparto más justo”, dijo Alli.
